REUTERS, EFE
SAO PAULO, BRASIL
La mayoría de los brasileños están a favor de que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva vaya a prisión, con opiniones divididas sobre su inhabilitación para competir en la carrera presidencial de octubre, según un sondeo publicado el jueves.
Un 53 por ciento de los entrevistados están a favor de que el político vaya a la cárcel, mientras que un 44 por ciento consideran que no debe ir a prisión, según la encuesta realizada por Datafolha y publicada por el diario Folha de S. Paulo.
El estudio mostró también que un 51 por ciento estima que Lula no debe postular a la presidencia, contra un 47 por ciento que defienden su candidatura.
El ex mandatario mantiene la ventaja en la intención de voto para las presidenciales de este año, pese a una condena en segunda instancia, mostró un sondeo de Datafolha publicado el miércoles.
En tanto, el Instituto Lula aprovechó la coyuntura para puntualizar que ex mandatario brasileño (2003-2010), fue el líder más votado del mundo en elecciones presidenciales, con 136,3 millones de votos.
El recuento, que se limita a los votos obtenidos en las dos primeras vueltas (elección y reelección) y no tiene en cuenta datos sobre censos electorales o porcentajes de votos, incluye en la lista a los ex mandatarios de Estados Unidos, Barack Obama (2009-2017) y de Rusia, Vladimir Putin, quien con su tercer mandato es el dirigente con más tiempo en el cargo en su país desde la caída de la Unión Soviética.
En cuarto lugar, el Instituto Lula sitúa al estadounidense Franklin Roosevelt (1933-1945), seguido del indonesio Megawati Sukarnoputri (2001-2004) y de Bill Clinton (1993-2001).
Si en el recuento incluyera la segunda vuelta, el ex presidente Lula da Silva alcanzaría 278 millones de votos, apuntó el Instituto.
Inaceptable
El Poder Judicial brasileño en pleno se defendió de las duras críticas que ha recibido de casi todos los sectores políticos por su firme actuación frente a la corrupción y calificó de inaceptables los desacatos y agresiones a la Justicia. “Se puede ser favorable o no a una sentencia y se puede intentar modificar una sentencia”, pero el desacato, la agresión o el ataque a la Justicia son inaceptables, declaró la presidenta de la Corte Suprema, Carmen Lucia Antunes.