Tras 11 días de lo que se espera sea la mayor ofensiva por tierra en Irak desde la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003, unidades del Ejército y la policía federal combatían contra fuego de francotiradores y coches bomba conducidos por suicidas al sur de Hamam al-Alil, el lugar de las supuestas ejecuciones a las afueras de Mosul, dijo un portavoz militar.
El Estado Islámico (EI) ejecutó en este lugar a decenas de prisioneros, en su mayoría ex miembros de la policía y el Ejército iraquí, llevados desde pueblos que el grupo se ha visto forzado a abandonar por el avance de las tropas, dijeron el miércoles funcionarios en la región.
Las ejecuciones buscaban “aterrorizar a los otros, aquellos que están en Mosul en particular”, y también para deshacerse de los prisioneros, dijo Abdul Rahman al-Waggaa, miembro del consejo provincial de Nínive. Algunas familias de los ejecutados también están retenidas en Hamam al-Alil, dijo.
El portavoz de derechos humanos de Naciones Unidas, Rupert Colville, dijo el martes que los combatientes del Estado Islámico supuestamente habían matado a una elevada cantidad de personas alrededor de Mosul en la última semana.
Los combatientes siguen defendiendo el acceso sur de Mosul, que ha retenido a las tropas iraquíes allí. REUTERS