12 may. 2024

Édgar Barreto: “No me arrepiento, el tiempo me dio la razón”

Édgar Barreto, volante paraguayo del Sampdoria, habló después de mucho y se refirió a su renuncia a la Selección Paraguaya. También habló de Cerro Porteño y explicó por qué no volvería al fútbol paraguayo.

El mediocampista paraguayo Édgar Osvaldo Barreto Cáceres, de 33 años, actualmente en el Sampdoria del fútbol italiano, charló con la 1120 AM y se refirió a varios temas, entre ellos a su renuncia a la Selección Paraguaya y al motivo por el que no volvería a jugar en nuestro fútbol.
Barreto, que debutó en la Albirroja en el 2004 y vistió esos colores hasta el 2011, el 2 de agosto del 2012, mediante un comunicado, había tomado la decisión de renunciar definitivamente a la Selección Nacional.
Hoy, cinco años después, el volante nacido en Cerro Porteño no se arrepiente del camino que eligió. “Me dolió mucho tomar esta decisión, pero creo que fue la mejor para mi carrera, se extraña un montón el grupo, pero son cosas que ya están”, dijo.
“No me arrepiento, el tiempo me dio la razón y si sigo acá en Europa es por el hecho de que estoy todavía entero”, aseveró Édgar.
CERRO, SU CASA. El jugador también se refirió a Cerro Porteño, club que lo vio nacer futbolísticamente allá por el 2002. “Cerro fue fundamental para mi carrera, haber empezado ahí en las Inferiores fue bueno, tuve la posibilidad de debutar muy joven, me sentí muy a gusto jugando en el Ciclón”, apuntó.
Comentó que siempre está pendiente de cómo le va al equipo azulgrana. “Siempre me informo, miro cómo le va al equipo”, deslizó.
NO VOLVERÍA A PARAGUAY. Barreto fue tajante y, a diferencia de grandes jugadores históricos que volvieron a nuestro fútbol, dejó en claro que es muy difícil que vuelva al país. “Volver no creo, por el hecho de que hacer crecer a mis hijos en Europa le da la posibilidad de tener otras oportunidades, no creo que vuelva a jugar en Paraguay”.
Édgar Barreto se encuentra en Sampdoria desde el 2015/2016 y es uno de los mimados de la hinchada. El jugador expresó su deseo para el futuro: “Me gustaría ser entrenador”, sentenció.