Como tantos otros inundados de la ribera capitalina, Ismael Lucio Espinoza Cantero, de 28 años, quiso salvar sus pertenencias por temor a que le desvalijen.
Hace unas semanas tuvo que abandonar su casa, ubicada en la calle Doctor Coronel y Playa, del barrio Varadero. Los vecinos del lugar relataron que a Ismael le alertaron de que ciertos rateros de la zona iban a robar sus cosas. Ante esta advertencia, tomó una canoa junto a su esposa y fue hasta su casa de dos pisos para sacar de a poco sus bienes.
En la planta alta había quedado un sofá, entre otras pertenencias que quería recuperar. “Su vivienda es de dos pisos y arriba tiene sus pertenencias; creo que entró en el agua y tocó un hierro donde recibió la descarga eléctrica”, fue el relato de uno de los vecinos que recogió el reportero de ÚH Juan Agüero.
El joven cayó al agua tras recibir el impacto de la electricidad. La esposa de Ismael pidió auxilio a los vecinos, quienes se acercaron hasta la vivienda y llevaron su cuerpo hasta la orilla. Como la ambulancia tardó en llegar, los agentes intervinientes de la Comisaría 1ª Metropolitana trasladaron en una patrullera a la víctima hasta el Hospital Militar, donde finalmente se confirmó su deceso.
Otro caso. Ayer por la tarde también se reportó el deceso de Juan Bautista Pereira Martínez, de 42 años, tras recibir una descarga eléctrica que le tiró en la parte inundada de su vivienda, ubicada también en el Bañado Sur. El hombre se encontraba realizando una instalación eléctrica en la parte alta de su casa. Sin embargo, la pinza que usaba no estaba suficientemente aislada y recibió una descarga que lo tiró al agua. Fue trasladado al hospital de Barrio Obrero, pero ya llegó sin signos de vida.
Lugareños y amigos de las víctimas lamentaron que hasta hoy la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) no haya cortado la energía eléctrica en la zona afectada.
Estas trágicas muertes, ocasionadas en el marco de la inundación en capital, se suman a la registrada hace unos diez días en el barrio Santa Ana, del Bañado Sur. La víctima era un adolescente de 14 años.