29 mar. 2024

Donde reina el río

Las posadas turísticas son una opción económica para el turismo interno. Vida lo invita a conocer de cerca paisajes únicos, como los de Ayolas y Corateí.

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Revista Vida

En qué cosas piensa cuando va a conocer un nuevo lugar? No solamente planea cómo acomodar los bártulos que llevará, también evalúa cuánto gastará. Y más aún si va con la familia. Y he aquí, admítalo, que muchas veces se queda en su casa y con las ganas, porque los números no cierran, pues el precio de los hoteles excede su planificación. Y aquel deseo de relajarse y disfrutar lejos de su hogar queda en un deseo y hasta ahí nomás.

Para que eso no vuelva a ocurrir, propietarios particulares con apoyo de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), habilitaron recientemente varias posadas turísticas en Ayolas y Corateí. Estos hospedajes, habitaciones en casas de familia que han sido reacondicionadas para recibir a los turistas, acercan al visitante una opción accesible para visitar los lugares que siempre quiso y a un costo amigable para sus bolsillos.
¿Dónde quedarse?
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Además del costo accesible, las posadas turísticas tienen el valor agregado de contar con un ambiente familiar.

Patios con frondosos árboles que brindan generosa sombra, habitaciones para cuatro, cinco y hasta 10 personas. Acondicionador de aire, televisión por cable, cómodas camas, servicio de wi-fi, quinchos, etcétera. Estas son algunas de las comodidades que brindan las 12 posadas turísicas que fueron habilitadas en ambas localidades de Misiones. En los costos, estos hospedajes están al alcance de más personas. Los montos varían entre los G. 80.000 y G. 100.000 por día, por persona mayor de cinco años, lo que incluye el servicio de desayuno. Para quienes deseen almuerzo, algunos de estos lugares facilitan esta opción y otros trabajan de cerca con personas que pueden cubrir los pedidos de los huéspedes.
En Ayolas usted puede disfrutar su estadía en la Posada RM, propiedad de Ramón Martínez. El sitio puede albergar a más de 20 personas y ofrece todas las comodidades necesarias. A ello le suma la disponibilidad de la parrilla, donde los pescadores cocinan las presas capturadas. Y don Ramón ofrece sus servicios de cocinero para que los visitantes disfruten de un inolvidable manjar hecho a base de pescado. Al igual que otras posadas, este lugar ofrece servicio de alquiler de lanchas y, en caso de no disponer de embarcaciones, facilita el contacto con propietarios que tienen una libre.
La posada Mbusu, de Faustino Portillo, no solamente brinda hospedaje, también dispone de carnadas y demás artículos para los cultores de la pesca. Y Portillo le agrega otra actividad al hospedaje (que puede albergar a unas 40 personas): la opción de disfrutar del menú hecho a base de pescado, como, por ejemplo, un bife desde G. 15.000.
Unos kilómetros más adelante, sobre la ruta que lleva a la hidroeléctrica de Yacyretá, la posada Andresito suma a los ofrecimientos de los demás locales, los paseos a caballo y las canchas de fútbol y vóley, entre otros atractivos.
Del otro lado
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En Corateí se puede disfrutar de paisajes naturales tan bellos como éste.

Corateí dista de Ayolas unos 12 kilómetros por tierra y 10 kilómetros por agua. En la localidad, que cuenta con una población de aproximadamente 2.000 habitantes, se han abierto siete de las 12 posadas turísticas habilitadas recientemente en la zona por la Senatur. Los que deseen llegar hasta este pueblo y no cuentan con vehículo propio, pueden hacerlo desde Ayolas, tomando la única salida del ómnibus a ese destino, a las 11.00. Otras alternativas son desplazarse en taxi o hacerlo por el río desde la playa municipal con una lancha rentada. Varios pobladores albergan la esperanza de que con el arreglo de la ruta se incremente la frecuencia del transporte público.
Entre los lugares donde quedarse, los visitantes pueden elegir la posada Amanecer junto al río, de Luis Torres, la cual, además de lo necesario para una buena estadía, ofrece el servicio de desayuno, almuerzo bufé y cena. Luis comenta que se dedica a esta actividad desde hace dos años, porque gusta del turismo. “De a poco uno va aprendiendo, y me va bien”, refiere y agrega que la mayoría de los visitantes son brasiguayos y personas venidas de Foz de Iguazú. “El 90% de la gente que llega a nuestro pueblo viene por la pesca”, acota el propietario del hospedaje que cuenta con una capacidad para 30 personas aproximadamente.
Hace unos 50 años que César Martínez Russo recorre la zona de Corateí. Del lugar le gustó la tranquilidad que se respira en el aire. Ahora lleva adelante su propio emprendimiento, la posada Chiquito. Este sitio, cuya infraestructura es como una casa, cuenta con capacidad hasta para tres grupos o familias de entre ocho y 10 personas. El costo por grupo es de G. 1.000.000 por día. Los visitantes podrán optar por realizar un paseo por el río, disfrutar de la costa cercana o acampar en el predio.
Sabuesos del río
Entre las orillas de Ayolas y Corateí, el poderoso Paraná se yergue majestuoso e imponente, salpicado de islas de diversos tamaños, formando un paisaje único bajo un lienzo de azul y nubes. Un cuadro natural que invita a desconectarse del mundo, dejarse llevar por la brisa, meciéndose en las aguas agitadas del bravo río que, además de ser otro atractivo más, representa un medio de vida en estas comunidades.
Las posadas turísticas ofrecen la posibilidad de conocerlo de cerca, ya sea con una embarcación propia o contratando una con su correspondiente baqueano. Los paquetes de pesca, el mayor atractivo de la zona, oscilan entre los G. 550.000 y G. 700.000, lo que incluye la lancha, el equipo, la carnada y la persona guía. Aquellos que deseen solamente recorrer el curso hídrico, pueden alquilar uno de estos transportes pagando G. 50.000 por hora.
Simeón Salinas es uno de esos hombres que han pasado su vida junto al agua y la conocen bastante. Como baqueano, sabe adónde llevar a los pescadores para atrapar sus presas. “Entre setiembre y octubre llegan los cardúmenes. Pero en esta época también hay buen pique”, detalla el guía, más conocido como Simeón Paraguay.
Según comenta, mientras lanza el anzuelo, las especies que más pican en la zona son la boga, el dorado y también el salmón. Manifiesta además que un buen baqueano siempre guiará a los turistas hacia el lugar donde están los peces. “Hay veces que los turistas contratan gente que ni conoce el sitio donde deben ir a tirar sus anzuelos”, especifica. Al hablar de los clientes, menciona que no faltan aquellos que están con rabia e intentan descargarla cuando no logran atrapar un pez. “Esto no es que venís, tirás tu anzuelo y ya quitás. En la pesca —enfatiza Simeón—, lo más importante es la paciencia”.
El hombre de río cuenta que generalmente los turistas inician su jornada junto al agua a tempranas horas de la mañana, luego hacen una pausa. “Van y se quedan en la costa de las islas, donde cocinan su almuerzo, descansan un buen rato y luego a la tardecita vuelven a probar para ver que quitan”, afirma Simón y con orgullo muestra el campamento que uno de sus seis hijos tiene en una de las costas.
El edén
¿Cómo sería posar los pies en una de las islas y pasar el día en ellas? Esta es otra pregunta que uno se hace al recorrer el Paraná, viendo esos pedazos de tierra firme. La respuesta podría estar en la isla Paraíso, recientemente habilitada. El emprendimiento es una iniciativa de Hugo Mysko y otros amigos suyos. El lugar, un edén cuyo banco de arena ya se nota desde la distancia, tiene parrillas para asados y espacios para camping. Para quienes deseen acampar y no disponen de carpas, estará disponible el servicio de alquiler de estos elementos.

“También tendremos todo el equipamiento de pesca y próximamente construiremos bungalows. Esto lo pensamos como un lugar para pasar en familia. Con este emprendimiento, además de impulsar el turismo y cuidar de la naturaleza, creamos mano de obra para gente de la zona”, describe Hugo, quien subraya además que acondicionar el sitio les llevó unos tres meses. Si usted quiere disfrutarlo, puede hacerlo tomando una embarcación en la playa de Ayolas. El remanso de paz lo espera.

Texto: Carlos Elbo Morales / Fotos: Fernando Franceschelli.

Dónde ir en Ayolas

Para hacer reservas en las posadas turísticas de Ayolas, hay que llamar antes y confirmar precios, servicios y disponibilidad de lugares. También pueden acceder a esta información, salvo la disponibilidad de plazas, en la página de la Senatur: www.senatur.gov.py
Posada RM: (0981) 173-971.
Posada Arary: (0975) 763-677.
Posada Mbusu: (072) 222-068 / (0982) 201-800.
Posada Andresito: (0975) 606-283 / (0976) 484-302.

Posada Margarita: (0983) 393-332.

Hospedaje en Corateí

Posada San José: (0975) 143-484 / (0975) 599-622.
Posada Amanecer junto al río: (0981) 238-025.
Posada Arena y sol: (0975) 654-487.
Posada Luz María: (0972) 669-607.
Posada Don Chiquito: (0981) 686-813.
Posadas Edy 1 y 2: (0984) 986-673.
Isla Paraíso: (0975) 783-583.

También se puede encontrar información en Facebook, como Posadas Turísticas de Paraguay.

Bajo agua

La práctica del buceo se perfila como una nueva atracción turística en la zona de Ayolas. El sitio escogido es una de las canteras de la represa Yacyretá, ubicada camino a la hidroeléctrica. Lolo Santiviago, de Aventura Extrema Paraguay, expresa que debajo de las aguas de la cantera pudieron observar la existencia de un bosque petrificado, donde los peces nadan entre las ramas de los árboles, cual pájaros volando entre sus copas. El profesional de este deporte menciona además que esta opción se suma al circuito que realizan los cultores de esta actividad. Para quienes deseen sumarse, pagando G. 250.000 por un taller de inmersión básica, pueden comunicarse al (0981) 682-243.