Por Édgar Medina
CIUDAD DEL ESTE
La denuncia fue presentada por cuatro hombres que fueron capturados como sospechosos de asaltar una bodega y a un suboficial de la Policía Nacional. Los afectados, identificados como Wilfrido Báez Díaz, Bernardo Duarte Díaz, Bruno Ramos Amarilla y Luis Fernando Zavala Díaz, señalaron que fueron sometidos a golpes, sofocación con bolsas de plástico y choques eléctricos con picana.
Entre los denunciados se encuentra el fiscal Humberto Rossetti, de Hernandarias; Carlos Espínola; el comisario Leonor Barrios, jefe de la Comisaría 5ª; el suboficial ayudante David Adán González Martínez; una de las víctimas del asalto, y un tal Rojas’i, quien es también policía.
Aparte de las sesiones de torturas a las que supuestamente fueron sometidos, los denunciantes dijeron que también fueron víctimas de robo de dinero en efectivo y otras pertenencias durante los allanamientos efectuados por el equipo fiscal-policial.
“Están diciendo que tienen sicarios para matar a nuestros hijos. Si alguien muere, van a ser Barrios y el fiscal los responsables. El fiscal nos pidió 40 millones de guaraníes para arreglar”, afirmó Victoriana Díaz. “Vamos a quemar la comisaría si el comisario sigue allí", agregó.
El hecho habría ocurrió el 8 de enero, cuando una comitiva encabezada por el fiscal Rossetti allanó cinco casas en Hernandarias y detuvo a cuatro personas con relación al atraco perpetrado al local de la bodega El Gato, en la noche de la Navidad. Pero el fiscal Enrique Gómez dispuso la libertad de todos por falta de evidencias sobre el hecho investigado.
Wilfrido Báez Díaz exhibió ayer rastros de las esposas en las muñecas –cortes en la piel– y lesiones en el pecho causadas supuestamente por la picana eléctrica. El hecho ocurrió entre las 7.00 y las 11.00 del 8 de enero, según el joven.
“Me llevaron como cuatro horas y me torturaron hacia el lago Itaipú. Cuando me detuvieron en casa, me subieron a un automóvil y 4 policías me trasladaron allá. Desmayé varias veces porque me golpeaban en la boca del estómago y los testículos, además de ponerme una bolsa de plástico por la cabeza que me ahogaba”, refirió. Por el dolor estiraba los brazos, lo que hizo que las esposas apretaran más las muñecas, produciéndole lesiones graves. “Ellos me pedían que yo declare que soy el autor”, afirmó. Bruno Ramos dijo que fue golpeado frente a sus hijos en su domicilio, donde fue sometido a sofocamiento con bolsas de plástico.