Escrita por Valentin Chernykh y dirigida por Vladimir Menshov, Moscú no cree en lágrimas recibió un Óscar a la mejor película extranjera en 1990. La historia, ubicada en Rusia entre 1958 y 1979, trata sobre tres jóvenes trabajadoras: Katerina (Vera Alentova), Lyudmila (Irina Muravyova) y Antonina (Raisa Ryazanova). Se muestran sus sueños, esperanzas y dramas, y se busca profundizar en las relaciones interpersonales mostrando cómo estas pueden verse afectadas por el nivel social de los individuos.
Igor Varlamov, consejero de la Embajada de Rusia en Paraguay, comentó que esta propuesta se realiza para que el público paraguayo pueda conocer el arte cinematográfico de su país. El diplomático agregó que se trata de una “excelente oportunidad para conocer al cine de su país, puesto que son películas que en su opinión merecen ser vistas, para saber apreciar la amistad y la sinceridad, donde se puede ver que son muy parecidos los caracteres nacionales”.
Las proyecciones de este ciclo continuarán mañana, con la exhibición del largometraje El sol blanco del desierto, que según reveló Varlamov es visto por los astronautas antes de cada misión “porque da suerte”. Esta realización es una de las más populares en la historia del cine ruso, ya que su mezcla de acción, suspenso, drama y comedia la convirtieron en un clásico instantáneo, a tal punto que varias frases del filme fueron incorporadas por los rusos en su vida cotidiana.
La tercera y última producción que se podrá apreciar en este ciclo se titula El Tigre Blanco, que trata sobre el 9 de mayo, el Día de la Victoria de los Aliados sobre Alemania en la Segunda Guerra Mundial.