Justiniano Riveros
CONCEPCIÓN
La doctora Mirna Vizzozzero, médica de guardia de Urgencias del Hospital Regional de Concepción protagonizó ayer un hecho de maltrato verbal a una mujer que tenía un familiar enfermo. La escena fue filmada y viralizada en las redes sociales y llegaron a las autoridades del Regional, que se comprometen a desvincular de la institución a la médica.
Vizzozzero, oriunda de Horqueta, está contratada por el Consejo local de Salud y tuvo una discusión con la señora Zuni Amaro, familiar de un chico accidentado que acompañaba a su paciente en el centro asistencial. La mujer pidió a la galena que le prestara atención, pero la profesional seguía manipulando su celular, haciendo caso omiso al requerimiento.
Amaro le reclamo y la doctora la maltrató verbalmente y luego se dirigió hacia ella y a gritos le echó del lugar. Incluso, cuando se dio cuenta que otro familiar estaba filmando la escena, se dirigió a esta e intentó sacarle el aparato.
Disculpas. El doctor Samuel Pérez, director del hospital, pidió disculpas a la víctima y destacó que los antecedentes ya fueron enviados a las instancias respectivas. Destacó que no permitirán este tipo de hecho en el nosocomio.
Por su parte, el doctor Bernardo Jacquet, director de la 1ª Región Sanitaria, indicó que directamente ya solicitó la descontratación de la profesional, porque no es la forma de actuar como médico de un hospital con los pacientes y familiares.
El galeno reconoció además que hay falencias en el área de Urgencias ya que no hay guardia, y eso permite que muchas personas ingresen detrás de un paciente en la sala de urgencia. “Tenemos algunas falencias que superar porque ingresa mucha gente a urgencia, pero no vamos a permitir que haya maltrato de parte de los funcionarios”, aseguró Jacquet.
HuyÓ. Varios periodistas llegaron hasta Urgencias del hospital, donde la Dra. Vizzozzero prometió explicar el hecho; sin embargo, se escapó de la prensa saliendo por otra puerta, se subió a su automóvil y se retiró del lugar, abandonado incluso su puesto de trabajo.
El repudio fue generalizado en las redes sociales por la actitud de la doctora, que en un momento busca desprestigiar a la agredida, preguntando si tenía alguna profesión. Otros ciudadanos afirman estar cansados de la prepotencia de los supuestos profesionales.
