Por Édgar Medina
CIUDAD DEL ESTE
Más de 1.000 jóvenes emprendedores de la Triple Frontera fueron desafiados a crear, construir e innovar para activar la economía y superar la crisis, durante un congreso que tuvo lugar ayer en Ciudad del Este. Los disertantes presentaron testimonios y métodos, incluso programas de financiamientos de las pequeñas y medianas empresas por parte del Gobierno paraguayo.
David Rodríguez, presidente de la Asociación de Jóvenes Cristianos, anfitrión del evento, señaló que la construcción de la sociedad es responsabilidad de todos, no solamente del Gobierno de cada país, al recordar que en el Paraguay a lo largo de la historia fue siempre la juventud la protagonista de los cambios.
Refirió que las crisis son oportunidades para crear, instando a los jóvenes a construir y crear lo que todavía no existe en la Triple Frontera, no solamente para una satisfacción personal, sino que a su vez para la generación de nuevas fuentes de trabajo, activar la economía y levantar otra vez la Triple Frontera.
Faisal Ismail, representante del Brasil, por su parte, destacó que se debe planear lo que uno quiere en la vida. “Planear es mucho más importante que ejecutar”, afirmó el emprendedor, quien posee una empresa del ramo de la odontología, que apuesta por la franquicia como modelo de negocio, que se propone crecer más del 60 por ciento en el 2016. “Paraguay es un país donde más oportunidad hay para trabajar”, sostuvo Ismail.
INTEGRACIÓN. Mientras que Jorge Florentín, representante argentino, abogó por la integración como modelo de desarrollo, planteando la creación de consejos de desarrollos en las localidades, para integrar a diferentes sectores y discutir las cuestiones económicas relacionadas a la comunidad. Este modelo ya está siendo implementado en la ciudad de Puerto Yguazú, Argentina.
El intercambio de experiencias tiene como objetivo la erradicación de la pobreza a través del fomento del emprendedurismo, señalan los organizadores. Este año la asociación está apoyando a la Fundación Apostar por la Vida, que proyecta la construcción de un hospital oncológico de alta complejidad.
Darío Villalba, oncólogo de la Fundación, destacó el hecho que la sociedad altoparanaense se haya empoderado del proyecto, señalando que este activismo social ahora necesita convertirse a un emprendedurismo social para que se mantenga.
“Los cambios también podemos decidir desde la sociedad civil, no solamente del Gobierno”, señaló finalmente Villalba.
