El denunciante es Iván Antonio Ferreira Mareco, condenado a 28 años de cárcel por un homicidio, quien dice que los hechos hacen presumir una “abierta corrupción institucionalizada”.
Refiere que el programa fue creado por convenio entre la Iglesia Concordia y el ex Ministerio de Justicia y Trabajo. Su fin era el acompañamiento académico, capacitativo y espiritual a los reclusos para una futura vida sin delinquir.
Alega que los mismos hacen cobros irregulares a los presos, por lo que dan boletas a veces y otras no, para acceder al tratamiento y uso del lugar.
Apunta que cobran por pali- ta (limpiar los espacios), G. 2.000 a 3.000 por persona, según los días, lo que resulta al mes unos G. 648.000. También la limpieza del pabellón, donde cobran 10.000 por persona, y con todos los pabellones, suman G. 1.200.000.
Además, hay pagos dominicales, para acceder a la habi- tación, lo que da unos 600.000 al mes. También el alquiler de sillas y mesas por días de visita, que suman G. 4.500.000 al mes. Habla de pagos por áreas de trabajo, artesanal, industrial, que suman un millón al mes, además de la carpintería, lavandería, gimnasio, minicocina, peluquería, llamadores, recreación, canchas, visitas conyugales, alquiler de electrodomésticos, despensa.
De acuerdo a los cálculos expuestos en la denuncia, lo que ingresa en el pabellón sería de G. 426 millones al mes. Remarca que “no puede ser que un preso tenga que pagar para reinsertarse” en la sociedad, ya que están bajo la tutela del Estado, y pide investigación de la Fiscalía.
“Está todo documentado”
El pastor Ignacio Chamorro negó que recauden más de 400 millones de guaraníes al mes. Afirmó que el ingreso es de 30 millones de guaraníes mensuales como autogestión que se utiliza para el mantenimiento interno. “Tenemos todo documentado, todo lo que se cobra y se invierte”, expresó a ÚH. Aseguró que el denunciante sigue en el pabellón.