EFE
BUENOS AIRES - ARGENTINA
Cristina Fernández, ex presidenta de Argentina y recién elegida senadora, negó ayer ante la Justicia haber encubierto a los sospechosos iraníes de cometer el atentado a una mutual judía de Buenos Aires en 1994 y acusó al Gobierno de Mauricio Macri de usar el Poder Judicial para perseguir a opositores.
“Quieren hacer callar a la oposición en el Parlamento. El Gobierno está atrás de esto con sus operadores judiciales”, subrayó ante la prensa la ex jefa de Estado, ya procesada en tres causas –dos de ellas por corrupción–, apenas un día después de la detención de quien fuera su ministro más poderoso, el diputado Julio De Vido, por el mismo tipo de delitos.
Convocada por el juez Claudio Bonadio, la ex jefa de Estado (2007-2015) acudió ayer, jueves, a los tribunales federales de Buenos Aires para declarar como investigada por las acusaciones que en enero de 2015, días antes de aparecer muerto, presentó contra ella y otros miembros de su Gobierno el fiscal Alberto Nisman.
El procurador aseguraba que un acuerdo suscrito entre Argentina e Irán en 2013 para investigar conjuntamente el atentado, que dejó 85 muertos y sigue impune, buscaba realmente encubrir a los sospechosos del ataque, entre ellos el ex presidente iraní Alí Akbar Rafsanjani y el ex canciller Alí Akbar Velayatí, para favorecer el intercambio comercial bilateral.