El oficialismo llegó al punto de la inmoralidad de continuar con el plan de atentar contra la Constitución Nacional, aun siendo el exclusivo responsable del cobarde asesinato del joven Rodrigo Quintana, del Partido Liberal.
Estos sinvergüenzas, que tildan de “mercaderes de la información” a la prensa por informar minuto a minuto lo que están tramando, fueron los que desde agosto del año pasado vienen insistiendo sistemáticamente en violentar las normas jurídicas de este país.
Ni la sangre inocente de Rodrigo Quintana ni la grave situación de salud por la que aún hoy atraviesa el diputado Édgar Acosta los detiene.
La ambición por perpetuarse en el poder movilizó ayer a toda la estructura seccionalera que –como en la época de Stroessner– enfiló hacia Mburuvicha Róga para brindar su apoyo al único líder.
Su apertura a una mesa de dialogo es un fiasco. Lo hacen para simular ser demócratas, cuando ya anuncian la ratificación del proyecto del Senado paralelo, y un pedido expreso a la Entidad Yacyretá de más recursos para compra de balines de goma. ¿Nos toman por pelotudos?
Este innombrable presidente, que por desgracia llegó al poder, cambiando las reglas de la ANR para satisfacer sus aspiraciones particulares, busca modificar la Carta Magna para el mismo efecto.
Si ahora, que todavía hay tiempo de pararlo, su gobierno ataca a los medios de comunicación que le son críticos, compra voluntades a base de grandes desembolsos de dinero, entra a atacar la sede de un partido de oposición sin orden judicial y asesina a un inocente, ¿creés que una vez asentado en el poder por otro periodo más no seguirá avasallando más derechos, hasta instaurar una dictadura?
No nos subestimen...
La reacción airada de la gente, el pasado viernes, no fue estimulada por un grupo de periodistas que criticó en las redes sociales. Es la consecuencia del hartazgo a la sucesión de hechos que nos demuestran que van a avasallar lo poco que hemos avanzado en los últimos 28 años de esta endeble democracia.
Esta semana esperan sancionar el proyecto de enmienda. Para después, sin ruborizarse, pedirte el voto por el SÍ, con el ataúd de Rodrigo como telón de fondo.
Pero el pueblo paraguayo está a tiempo de detenerlos, y de evitar que la República del Paraguay retorne a tiempos en que era un delito pensar diferente a la voz oficial.
Así que dejen mentir, la violencia todo el tiempo provino de ustedes.
Desistan de la enmienda, cretinos...
¡Háganse responsables!