Mauricio Sainz, copiloto del corredor Sebastián Llamosas, tomó las riendas de la competencia cuando el automóvil con el que ambos corrían, sufrió un desperfecto mecánico.
En la final del rally, que se disputó este domingo en Campo Viera, Misiones, Argentina, el deportista realizó la peligrosa maniobra después de que el acelerador se haya roto, por lo que decidió acelerar con la mano, llegando a 100 kilómetros por hora.
El hombre aceleró a lo largo de 800 metros, desde el final del especial 2 hasta el parque de asistencia, informó el portal Misiones Online.
Ignacio Allende, presidente de la Asociación de Pilotos de Rally Misioneros, explicó que el auto de Llamosas, de la Clase 2, se quedó sin acelerador (se cortó el cable) y su navegante lo aceleraba a mano.
“Peligroso, es sin lugar a dudas”, reconoció Allende, no obstante, indicó que no es la primera vez que ocurre algo similar en un rally, donde el navegante hace lo que sea para llegar a la meta.
Pese a que no está reglamentado, insistió en que hay antecedentes y no es el único caso. Aseguró que el reglamento no establece ninguna medida con vehículos con estos problemas. Los corredores avanzaron entre 600 y 800 metros acelerando con la mano, desde el final del especial 2 hasta el parque de asistencia.