El proyecto, cuya ejecución terminaría en abril de este año, es denominado “Degradación en el Acuífero Patiño del área metropolitana de Asunción de manera cualitativa y cuantitativa”. El trabajo es liderado por investigadores de la Facultad de Ingeniería UNA, con la colaboración de instituciones estatales.
Primeros resultados. Las fuentes de contaminación analizadas fueron las estaciones de servicio existentes en el área del acuífero y en torno a este, se buscaron los lugares de captura de agua, en un radio de hasta 1.000 metros de distancia, para verificar el grado de influencia. De las perforaciones analizadas, hasta el momento, detectaron que el 44% de los pozos poseen el mencionado compuesto.
La presencia de MTBE está relacionada con los derrames de gasolina o tanques no sellados.
Los pozos evaluados tienen entre 80 a 180 metros de profundidad, por lo que es una señal de alarma el nivel de filtración al que logró llegar dicho contaminante, comentó Francisco Facetti, uno de los investigadores de la UNA que desarrollan el proyecto.
Las concentraciones en mayor cantidad del MTBE figuran en Asunción y área metropolitana. El nivel de más alto riesgo se presenta en zonas de la capital y Luque, ya que son las ciudades donde más estaciones de servicio existen, según la evaluación.
“La proliferación incontrolada de estaciones de servicio en el área metropolitana de Asunción y la ausencia de control sobre la calidad de construcción de los pozos profundos tienen una importancia fundamental en el aumento del riesgo a contaminar el Acuífero Patiño”, insistió Facetti.
Efectos. Según el Ministerio de Salud Pública, los efectos sobre la salud tras la exposición al MTBE y a cualquier sustancia peligrosa van a depender de la dosis, la duración y el tipo de exposición, la presencia de otras sustancias químicas, así como de las características y los hábitos de la persona.
La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades indica que al respirar o beber MTBE, este puede ocasionar náuseas, irritación de la nariz, garganta y efectos sobre el sistema nervioso.
Tras la importación de MTBE de manera indiscriminada, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) estableció por resolución el límite para su uso en el mercado nacional.
“En el 2012 las concentraciones del MTBE en las naftas fueron cercanas al 18%, un valor muy alto comparado a otros países europeos y de Norteamérica. Después de un largo debate, el MIC aprobó una nueva regulación en el 2014, teniendo en cuenta el riesgo planteado por el MTBE. Esta nueva reglamentación limita su presencia hasta el 2%”, señaló Facetti.
Recomendaciones. Los encargados de la investigación emiten como recomendaciones la necesidad de que el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan) establezca valores máximos para limitar presencia de este contaminantes y mejorar la aplicación de leyes y regulaciones con respecto a la gestión de hidrocarburos. Mejorar además el diseño de pozos de monitoreo de estaciones de servicio y la fiscalización de construcción de pozos profundos, a cargo de aguaterías, comisiones vecinales o industrias. También la necesidad de un monitoreo constante de una de las reservas claves para el país.
