07 may. 2024

Como un delincuente más, Fernández Lippmann fue ingresado a Tacumbú

El ex secretario del ex senador Óscar González Daher en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) se presentó ayer ante el juez Gustavo Amarilla, quien lo envió directo a la penitenciaría.

Como un reo.  De ser un todopoderoso de la Justicia que manejaba a su antojo, el peso de los audios lo sepultó; lo llevaron  esposado  a Tacumbú.

Como un reo. De ser un todopoderoso de la Justicia que manejaba a su antojo, el peso de los audios lo sepultó; lo llevaron esposado a Tacumbú.

El que era un intocable de la Justicia, temido por jueces y fiscales, el ex secretario del ex senador Óscar González Daher en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), Raúl Fernández Lippmann, fue ingresado ayer como un delincuente más en la Penitenciaría de Tacumbú, esposado.

Tras presentarse en la mañana para la audiencia de imposición de medidas ante el juez Penal de feria Gustavo Amarilla Arnica, este resolvió su prisión preventiva y su inmediata remisión a la principal penitenciaría de nuestro país.

Luego de estar con paradero desconocido y suspender por una ocasión su audiencia de imposición de medidas, Raúl Fernández Lippmann, quien fue escuchado en varios audios negociando casos judiciales, se presentó en horas de la mañana de ayer en compañía de su abogado Álvaro Arias ante el juzgado para ponerse a disposición de la Justicia, ya que está imputado por varias causas, entre ellas, por tráfico de influencia, asociación criminal, soborno, cohecho pasivo agravado, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.

Por estas dos últimas causas fue la mencionada audiencia, cuya imputación está a cargo de la fiscala Victoria Acuña.

Tras la audiencia de imposición de medidas, los agentes policiales le pusieron las esposas y así salió desde el Palacio de Justicia con destino al Departamento Judicial de la Policía Nacional, donde se llevó el oficio correspondiente para que el detenido fuese documentado, para luego ser llevado a Tacumbú.

TARDANZA. Para tal diligencia se tardaron más de tres horas, ya que el oficial de justicia que llevó el oficio explicó que la orden judicial es que Fernández Lippmann sea recluido en Tacumbú. Sin embargo, el director de esta penitenciaría, Luis Villagra, se puso fuerte y mostró una resolución ministerial que dice que la mencionada unidad carcelaria ya no puede recibir reclusos.

En un momento, el abogado del detenido, Álvaro Arias, pidió que su cliente fuese llevado a la Agrupación Especializada. Sin embargo, también le negaron la entrada en ese lugar.

Arias temía por la seguridad de su cliente y pidió que su defendido tenga custodia permanente en todo momento.

Finalmente predominó el criterio judicial que está por encima de cualquier resolución ministerial y Fernández Lippmann fue ingresado a la cárcel de Tacumbú y, según el director, estará en el pabellón de observación, donde antes funcionaba la baldosería.

Fernández Lippmann llegó a Tacumbú sin brindar declaraciones.

“Estoy en buenas manos, soy inocente y lo voy a demostrar”
“Estoy en muy buenas manos. Estoy tranquilo. Soy objeto de investigación, estoy a disposición del Juzgado y de la Fiscalía. En ningún momento tuve intención de escapar. Soy inocente y lo voy a demostrar”, manifestó Raúl Fernández Lippmann en el momento de su audiencia de imposición de medidas.
Álvaro Arias, representante legal del ex secretario del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), expresó que decidieron presentarse ante el juez Gustavo Amarilla a raíz de los rumores de que su cliente estaba prófugo.
El ex secretario manifestó que en todo este tiempo se encontraba en su vivienda con su familia.
“Anímicamente estoy sostenido por mi familia y acompañado por un buen abogado, convencido de mi inocencia y que el Ministerio Público hará un buen trabajo”, añadió a los medios de prensa.
Fernández Lippmann está procesado por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero luego de que se filtraran varios audios que lo involucran en supuestos hechos de corrupción mientras ejercía sus funciones en el JEM. También está imputado por tráfico de influencia, asociación criminal y cohecho pasivo agravado.
Pero cuando salió su prisión preventiva ya no tuvo la misma actitud que cuando llegó al juzgado. Al parecer no esperaba tal resolución judicial. El mismo pretendía guardar arresto en su domicilio.

“Anímicamente estoy sostenido por mi familia y acompañado por un buen abogado”, aseguró Raúl Fernández Lippmann, detenido.