Luego de un aterrizaje medio a tientas –le pregunta si no está almorzando, ‘no, estoy llegando’, le responde la víctima; luego le dice que la vio llegando cuando pasaron frente a su casa–, “don Manuel” le habla de un médico, que sería su jefe, y cita a otros dos médicos más de la zona de Itapúa. “Ellos nos pidieron que hable con usted”, le dice a la mujer. Y para plantearle el “negocio” se presenta como el comandante del EPP, Manuel Cristaldo Mieres.
“No tenemos absolutamente nada en tu contra ni de tu familia, pero te avisamos bien, ahora te puede pasar algo si no aceptas nuestra propuesta”, le expone el negocio.
“Si vos abrís la boca, si cortás la comunicación, si alguien escucha nuestra conversación, vos tenés una familia hermosa”, le advierte el comandante.
El llamador le exige el envío de 3 millones de guaraníes por giro, pero como no tenía le pidió que le enviara lo que tenía en el bolsillo, que era 200.000 guaraníes, que la víctima salió a buscar una cabina de donde hacer el giro.