EFE.
A la inauguración del coloquio, que se extenderá hasta el viernes, asistieron el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, y las coordinadoras del grupo de trabajo de Clacso sobre “Geopolítica, integración regional y sistema mundial” Mónica Bruckman y Rebeca Peralta.
La puertorriqueña Maribel Aponte también participó en el evento en representación del Secretario Ejecutivo de Clacso, Pablo Gentili, quien estará presente en el cierre del coloquio.
Aponte dijo que el Consejo, afiliado a la Unesco, fue fundado en 1967 y actualmente reúne a 616 centros de investigación y posgrado en el campo de las ciencias sociales y las humanidades en 47 países.
Destacó que desde la década de los años 70, Clacso “marca un giro en alternativas muy importantes de los intelectuales de izquierda perseguidos por las dictaduras en los distintos países”.
La entidad, señaló, cuenta con una biblioteca virtual “que reúne 10 millones de descargas anuales”, con una política de “acceso libre y gratuito porque entiende que el conocimiento es un bien común”.
Aponte sostuvo que es un “gran honor” que el coloquio en Bolivia sea parte del ciclo de actividades por los 50 años de Clacso que comenzó en México, continuó en Brasil y Paraguay y en octubre llegará a Cuba.
Dentro de las actividades del coloquio, se prevé la realización de diversos paneles en los que se tratarán asuntos como “Hegemonías, contra-hegemonías y el nuevo sistema mundial” e “Integración regional y los desafíos para América Latina.
Además, para este viernes está prevista la entrega del Premio Latinoamericano y Caribeño “Clacso 50 años” al presidente de Bolivia, Evo Morales.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) expresó en un comunicado su “discrepancia con la decisión unilateral” de la Secretaría Ejecutiva de entregar el premio a Morales porque, pese a ser miembro de Clacso, “no fue informado ni consultado” al respecto, como señalan las normas de la entidad.
El Postgrado en Ciencias del Desarrollo (Cides) de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz decidió por su parte “desafiliarse” de Clacso en protesta “por el modo como la Secretaría Ejecutiva ejerce su liderazgo y denunciando su complicidad con el empobrecimiento político que comienza a anidarse en los procesos de cambio en el continente”.
En un comunicado dirigido a los miembros de Clacso, el Cides criticó que la Secretaría Ejecutiva del organismo tome decisiones “prescindiendo de prácticas de consulta a los miembros asociados” y banalice los “desacuerdos que surgen en los debates nacionales”.
Según el Cides, las “muestras de afinidad” de la Secretaría Ejecutiva con representantes del Gobierno boliviano parecen expresar “el beneplácito del Consejo con un modelo político arbitrario que, a nombre de la falacia desarrollista, arremete contra los pueblos indígenas, fractura su liderazgo y divide sus organizaciones”.
En 2015, el Gobierno de Morales acusó a varias ONG bolivianas dedicadas a la investigación social y económica, incluido el Cedla, de hacer política y amenazó con expulsarlas del país.