05 nov. 2025

Bañarse en petróleo

Sobre esto y aquello Por Guido Rodríguez Alcalá

Federico Franco anunció que íbamos a bañarnos en petróleo con la llegada de la empresa petrolera inglesa President Energy. Poco después lo desmintió un funcionario de la empresa: no es para tanto, en el Chaco hay petróleo para el consumo del Paraguay por quince años, según estimaciones. Como nuestro mercado es reducido, eso quiere decir que no hay tanto. Sin embargo, en una página de internet veo que, con la concesión de Franco, el Paraguay es “la joya de la corona de President”. ¿Cómo se explica eso? Quizás con otra información puesta en internet: que tenemos reservas de hidrocarburos no convencionales; vale decir, las que se extraen del subsuelo mediante el procedimiento llamado fracking o fracturación hidráulica.

El fracking consiste en inyectar, a gran presión, grandes cantidades de agua, arena y productos químicos, para fracturar las rocas del subsuelo, que al fracturarse permiten que suban a la superficie el petróleo y el gas atrapado en ellas. Según dice la Wikipedia: “Existe una gran alarma sobre el peligro medioambiental derivado de esta técnica, pues además de un enorme consumo de agua, es habitual que junto con la arena se incluyan multitud de compuestos químicos, cuya finalidad es favorecer la fisuración o incluso la disolución de la roca, y que podrían contaminar tanto el terreno como los acuíferos subterráneos”.

Las empresas dicen que, si se hace en debida forma, la técnica no es peligrosa. Los ecologistas señalan que los riesgos son demasiado considerables para autorizar su difusión. Por eso han surgido muchos movimientos de resistencia en todo el mundo. Un documental muy valorado por los ecologistas es Gasland, accesible en internet.

En Pensilvania, Estados Unidos, se llegó a un acuerdo judicial sorprendente: a dos chicos de siete y diez años se les prohibió hablar del fracking por el resto de su vida. No es la primera vez que una persona (o a una familia) se compromete a este tipo de pacto de silencio a causa de un acuerdo similar. Cuando existen pruebas de que el fracking ha causado un daño a un propietario vecino, la empresa lo indemniza pagándole una suma de dinero a cambio de que no vuelva a hablar del asunto. En este caso, la familia Hallowich consiguió que la empresa Range Resources Corp. le pagara 750.000 dólares por la polución causada por el fracking y su consecuente daño a la salud; como contrapartida, los Hallowich no debían a volver a mencionar el tema. Como se trataba de un matrimonio y de sus dos hijos, los chicos también formaron parte del acuerdo. Los padres están preocupados porque es muy difícil impedir que los chicos hablen, y no está claro qué consecuencias tendría la indiscreción infantil. (Información publicada en la edición digital de la Pittsburg Post Gacette del 1/8/13.)

Para terminar, no es saludable bañarse en petróleo, y menos en el petróleo proveniente del fracking. ¿Se piensa llevar el fracking al Chaco? Es de esperar que no, debido a los riesgos de esa técnica y a los riesgos adicionales de esa misma técnica en este país, donde falta control ambiental.