19 abr. 2024

Aunque sea que no nos tomen el pelo en el 2016

Por Lupe Galiano

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El 2015 fue cruel con las mayorías del Paraguay, mientras que los pocos de siempre estuvieron rebosantes. Por eso, esperemos que el 2016 se porte mejor.
Aparte de los deseos personales de cada quien –trabajo, menos estrés, oportunidades de estudiar, novio, viajes– tenemos pequeños y grandes temas pendientes, que si bien serán largos, arduos y difíciles de resolver, necesitan respuestas que pueden comenzar a pensarse desde el 4 de enero. Ni siquiera nos ponemos exigentes como para pedir a quienes tienen obligaciones que se pongan a trabajar desde el 1. Pueden ir tranquilos a Punta y a la vuelta, a arremangarse.
Lo primero y más urgente es atender a los sectores que cíclicamente sufren las inundaciones. Es posible encontrar respuestas. Es posible cuidar a la gente, no solo a los que sobreviven en los barrios bajos, sino a quienes viven en los barrios altos, que se sienten impotentes ante el sufrimiento de los otros. Lo segundo, y no por ello menos urgente, es resolver al fin todos los juicios que rodean a la masacre de Curuguaty, con las tierras del Estado en manos de quienes van a trabajar, no de aquellos que quieren acumular por acumular.
La basura, la creciente basura. Increíblemente, hace 25 años que se debate el reciclado desde las casas, la reducción de las bolsas de supermercado, etcétera, etcétera. Pero a los residuos, como a las personas que viven del reciclado, solo les toca el famoso ¡hule!
Los ómnibus
Nos cansa que nos hagan creer que cuatro colectivos con aire, cuyos pasajes cuestan
G. 3.400, ya solucionan el problema del transporte. Si no van a dar soluciones, por favor na, no nos tomen por estúpidos. Calladitos nomás. Que no aparezca el Cartel con su carota cortando cintitas de buses modelos. Dejen nomás. ¡Ah! Y ya que estamos, a ver si les escuchan a los choferes que están en la calle reclamando hace seis meses.
Ya que estamos en plan de pedir, ¿qué tal si en el 2016 se realizan mejores inversiones en educación, en vez de gastar en secretarias vip, niñeras de oro, chimpancés de lujo y otras delicias por el estilo?
Por último, último, ultimísimo, va a estar bueno contar con una ley contra toda forma de violencia para que ninguna familia tenga que llorar la ausencia por culpa de que a su hijo trans le apedrearon en la calle o a la nena le acosan en el colegio porque es gordita.

Y eso nomás.

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