“Todo comenzó con el premio, por parte de la Municipalidad, a la cuadra más limpia y la gente se esforzaba a lo grande, luego la competencia ya era por barrio; al final salimos empatados porque todos nos movilizamos. Así empezamos desde cada casa y escuela”, expresa entusiasmado el poblador de Atyrá Alejandro Villamayor, al recordar cómo dicha ciudad fue posicionándose como la más limpia del país.
La iniciativa empezó con el ex intendente Feliciano Martínez en el año 1991, quien había puesto estas metas a los pobladores para lograr el saneamiento. Los atyreños decidieron dar continuidad a esto y es así que lograron primeramente el puesto número siete de la ciudad más limpia en América y octava en el mundo, certificado por la OMS/OPS como primer municipio saludable, por lo que se la conoce como la Capital Ecológica del Paraguay.
NUEVA DISTINCIÓN. Esta vez la ciudad cordillerana se prepara para recibir el reconocimiento internacional por su modelo de gestión sustentable, otorgado por el Instituto de Administración Pública y Servicios Comunitarios, dentro del marco de la XXII Edición de la Conferencia Interamericana de Alcaldes y Autoridades Locales, que se realiza desde hoy en Miami, EEUU, y se extiende hasta el 16 de junio.
ESTRATEGIAS. “Ni aquí ni en otro punto del mundo sería posible cuando no está involucrado un factor fundamental que es la ciudadanía, porque no hay recurso municipal que abastezca si es que la gente no colabora en la gestión de sus propios residuos, entonces la sustentabilidad radica en la conciencia de los pobladores”, destacó el asistente de la secretaría comunal, Javier Bernal.
Asimismo, Bernal refirió que Martínez, quien había empujado el propósito, utilizó como estrategia primordial la conciencia ciudadana, ya que había afirmado que si los mismos ciudadanos no se comprometen, involucran y hacen suyo el proyecto, nada sería sostenible.
La actual administración tiene como proyecto la gestión de residuos sólidos, de tal manera que se pueda llevar cada vez menos desperdicios al vertedero.
Para ello se reinstalaría la planta de acopio en donde se procedería a clasificar los residuos y apartar los reutilizables, para que en el lugar solo lleguen los orgánicos.
“Estamos con un proyecto ya presentado a la Secretaría del Ambiente, arrancaríamos con una clasificación mínima orgánica e inorgánica en las casas y la recolección sería en días diferenciados”, afirmó el secretario de la Municipalidad, Diosnel Figueredo.