Un mes después de asumir en diciembre, el Gobierno de Mauricio Macri dijo que buscaría cerrar el 2016 con una inflación del 20 al 25%, un rango significativamente inferior al nivel de alza anual de los precios minoristas en los últimos años. Pero las medidas que implementó el Gobierno para intentar salir de la recesión económica y reducir el grave déficit fiscal del país austral generaron una mayor inflación en la primera parte del año, lo que impedirá cumplir con la meta oficial. Así lo reconoció Mario Quintana, el vicejefe del gabinete de ministros de Argentina, al responder sobre los reclamos sindicales por una nueva apertura de las negociaciones para ajustar los salarios a la inflación. “Es falso que la inflación del año 2016 va a cerrar al 40%. Nosotros estimamos que va a cerrar bastante por debajo de eso, puede ser 35 o 36%”, dijo Quintana. El ente de estadísticas, Indec, que en agosto reportó un crecimiento del 0,2% en los precios minoristas, toma en cuenta la variación de los valores en la capital argentina y sus alrededores. Reuters