Se avizoran vientos de cambio en una de las asociaciones cuyo manejo interno es el fiel reflejo de la mayoría de las instituciones de este país, o del país mismo si vamos a ser francos y directos.
Como una epidemia que parece no tener marcha atrás –a pesar de los viejos dinosaurios enquistados–, los aires de renovación, cambio y transparencia están llegando a Autores Paraguayos Asociados (APA).
Pareciera que la primavera estudiantil en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), las sentatas de los estudiantes secundarios y las manifestaciones de la ciudadanía indignada por la corrupción tendrán su reedición de oro en la comunidad artística.
En “polcas palabras”, pasar del simple deseo a la movilización real con el objetivo de remover las antiguas y podridas estructuras se está consolidando en la sufrida sociedad paraguaya y lo que pasa en APA es una muestra visible.
Ver en una manifestación a músicos como Ricardo Flecha, Liza Bogado, Rolando Chaparro, Walter Cabrera, de Flou, Chirola Ruiz Díaz, de Kchiporros, Javier Zacher, de Salamandra, pidiendo al unísono “Cambio en APA ya” es señal inequívoca de que las cosas se van enrumbando de una manera diferente.
¿Y cuál es la respuesta de los antiguos? Bueno, los que hace más de tres décadas están atornillados al sillón de APA, los que son señalados por la Dinapi por manejos irregulares –y de paso les declaran “no gratos” a los interventores (¿por qué será?)– utilizan el recurso’i más recurso’i de todos: meter miedo.
Por lo general, las dictaduras tienden a inventar enemigos externos para justificar su razón de ser. El stronismo usó al comunismo como el cuco para apresar arbitrariamente, torturar y exiliar a los disidentes. La comisión directiva de APA inventa la historia de que los “metaleros” no solo quieren invadir la asociación, sino que la quieren borrar del mapa y eliminar todo lo relacionado al folclore y al “ser nacional”.
Más allá de esta acusación que no tiene ni pies ni cabeza, me entero de que los citados Ricardo Flecha y Liza Bogado son cultores del heavy metal, al igual que Lobo Martínez o José Antonio Galeano, que también unieron sus voces al pedido de “Cambio en APA ya”.
Y para finalizar, la respuesta de este escribidor al cháke que tratan de meter los de la comisión directiva: Si me dan a elegir entre los corruptos y los metaleros, me quedo con los segundos sin pensar dos veces...