El Programa Nacional de Sangre del Ministerio de Salud Pública (MSP) y los servicios de sangre de los hospitales realizan un estricto control de los volúmenes para las transfusiones, a fin de prevenir la transmisión de enfermedades por esta vía, entre las que se encuentra el virus zika, por lo que realizó una clasificación del tiempo en que están habilitados para donar los que recibieron un diagnóstico positivo para dengue, chikungunya y zika, siendo esta última la que excluye por más tiempo al potencial donante de sangre, por seis meses (ver infografía).
En situación de epidemia, estos recaudos se acentúan y se evitan las colectas masivas, a fin de garantizar sangre segura a los pacientes que la requieran, explica la doctora Elsi Vargas, titular del Programa de Sangre. Para conocer el estado de salud del donante, este pasa por una entrevista y dependiendo de eso se recibe o no su sangre.
“Preguntamos si la persona se siente bien, si no estuvo unos días antes con cuadro viral, si no estuvo con dolores musculares, si no tuvo la sintomatología de dengue, zika o chikungunya. Si no tuvo, le hacemos la extracción y le damos los números de teléfono de esta institución. Entre las 24 y 48 horas luego de donar debe comunicar al servicio en el caso de que aparezcan síntomas, de manera a desechar la sangre”, indicó la profesional.
La sangre donada en forma voluntaria queda en cuarentena por 72 horas a la espera de esa comunicación antes de ser utilizada.
En BRASIL. Las autoridades sanitarias de Brasil confirmaron un caso de contagio de zika a través de una transfusión de sangre de un donante que había estado infectado con el virus.
El Departamento de Salud de Campinas, una ciudad industrial cerca de São Paulo, afirmó que un paciente que estaba siendo tratado por heridas de bala se infectó con zika tras múltiples transfusiones de sangre en abril de 2015. Las autoridades dijeron que determinaron que una de las personas, cuya sangre donada se utilizó en la transfusión, tuvo diagnóstico del zika anteriormente.