La subteniente de Aviación Guzmán Cordone falleció en el accidente el pasado martes, cuando el Pillán que pilotaba no respondió en el aire y se vino abajo. Con ella perdió la vida su instructor, el teniente Santos Fernando Martínez.
“El primer recuerdo que tengo de ella es que el primer día de práctica para la Academia yo no llevé mi champión para hacer deportes. Me quedé sentada en la gradería. En eso ella se me acercó y me preguntó si no iba a trotar, y le dije que no llevé champión, y ella me dijo: ‘Ahí yo traje dos’, y me prestó uno. Desde ahí empezó nuestra amistad”, recordó Susana.
Incluso, como Susana es oriunda del Departamento de San Pedro, luego de hablar con su familia, Andrea le ofreció quedarse en su casa los días libres. Su amiga y camarada la describió. “Fue una persona bondadosa que se preocupaba por todos, hasta por los que estaban castigados. Les llevaba caramelitos, eso hacía ella”, comentó Susana.
recta. Su camarada de arma indicó que Andrea era perfeccionista en el trabajo, que en lo laboral no había chances para bromear. “Estuvimos trabajando tres años en la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), y un año llevamos haciendo curso. Era muy inteligente y tomaba las cosas muy en serio, el trabajo llevaba con seriedad. Era muy metódica”, comentó, por su parte, Roberto Rejala, que estaba aprendiendo a volar con ella. Recordó que el año pasado realizaron el curso de pilotaje, pero que a partir del presente año empezaron a volar. “Este año empezamos a volar, y era lo máximo para nosotros estar en los cielos”, explicó.
Andrea se subió al T-35 Pillán por quinta vez. Ella estaba cumpliendo con las 10 horas de vuelo el pasado martes, cuando en pleno curso con su instructor, el avión no les respondió y se vino abajo.