La institución fue tomada por los estudiantes el pasado jueves, imitando la acción realizada primeramente en el Colegio Nacional República Argentina y que luego se extendió a varios colegios del país, califican esta toma como una de las más pacíficas.
Una de las docentes que llega todos los días a cumplir horario en el pasillo de entrada señala que los alumnos deben arreglarse porque ni siquiera cuentan con las sillas suficientes para dar clases.
Por su parte, algunos alumnos se encuentran con problemas gastrointestinales y respiratorios, pero ya recibieron asistencia médica. Los padres y docentes siguen de cerca la situación particular de esta institución.
Un gran portón de rejas con candado separa a los estudiantes de la calle, la portera de la institución sigue cumpliendo su rol para abrir paso a los médicos o alumnos que llegan para asistir a sus compañeros.
Los docentes, mientras tanto, comparten rondas de mate, tejen, leen y conversan, además de dar su apoyo a sus alumnos desde el otro lado de las rejas, hasta donde llegan para cumplir horario. Aseguran que se sienten orgullosos de los jóvenes por su valentía y por haber logrado lo que ellos no pudieron.
Solicitan al nuevo ministro de Educación, Enrique Riera, más capacitación docente ya que las charlas de medio día no son suficientes, por lo que se sienten “desarmadas”.
Por su parte, los alumnos indican que seguirán resistiendo para lograr una mejor educación para todos. “Este es un sacrificio por nosotros y para los que van a venir. Aquí esperamos la reunión con el presidente de la República”, manifestó Maikol Yubero, alumno del segundo año del bachillerato en administración. Explicaron que la toma de colegio no solo consiste en permanecer dentro del edificio, también se toman el tiempo para analizar la situación y poner manos a la obra en el arreglo de algunos sectores, para ver mejorada la infraestructura una vez que se reanuden las clases.
Uno de los principales reclamos es la falta de diálogo, que esperan mejore con el recientemente nombrado secretario de la cartera de Educación, a quien también exigen más capacitación para los docentes.