No obstante, una vez que llegue el verano la producción local del mencionado producto sufrirá una fuerte caída, algo que no se podrá evitar esta vez, como cada año.
Fue lo dicho por el presidente de la Asociación de Productores Frutihortícolas, César Velázquez. Explicó que a partir de diciembre hasta marzo aproximadamente se pasa a depender casi exclusivamente de la importación de productos frutihortícolas, en especial del tomate.
Velázquez explicó que los productores locales no pueden sostener la producción con las altísimas temperaturas características del verano paraguayo, porque no cuentan con la infraestructura para ello.
“A partir de enero se tiene que dar sí o sí nuevamente el permiso de importación. No tenemos infraestructura para producir en verano. Esto requiere de una gran inversión, tiene que haber créditos para el sector”, comentó.
Este problema se presenta cada verano, lamentó. Los únicos que producen tomates de alguna manera durante los meses de intenso calor son los productores de Caaguazú, destacó Velázquez. “Es un problema que no se soluciona, tiene que haber un crédito para dejar de hacerlo de forma primitiva”, manifestó.
Según el representante del gremio, los productores paraguayos son los únicos de la región que frenan su producción en verano por no contar con la infraestructura y la tecnología necesarias.
PRECIO. Velázquez se refirió también acerca del leve incremento del precio del tomate en los últimos días.
Por kilo al por mayor se está vendiendo a G. 5.000 en el Mercado de Abasto, reconoció el presidente del gremio. Sin embargo, aseguró que en quince días más este precio se reducirá porque prevén nuevas cosechas. En los supermercados, el tomate por kilo supera los G. 9.000, según verificamos.
No obstante, no hay demanda insatisfecha, aseguró. Por ese motivo, consideró que el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) debe mantener las restricciones a la importación de tomate, hasta diciembre.
El compromiso fue hacerlo hasta ese mes, añadió.