Temores y dudas respecto de las modificaciones que el Gobierno planea introducir al impuesto a la renta personal (IRP) fueron expuestas ayer por el ex ministro de Hacienda y economista Manuel Ferreira, por un lado, y por Alba Talavera, directiva del Colegio de Contadores del Paraguay. Ambos coinciden en que la comentada intención de establecer un tope a los gastos familiares, que pueden ser deducidos, haría perder el espíritu original del tributo, de formalizar la economía.
“Tengo miedo de que las modificaciones que no estén bien hechas, en la necesidad recaudatoria del Estado, terminen tergiversando algo que venía funcionando bien”, destacó en primer lugar Ferreira a radio Monumental, al tiempo de especificar que, en realidad, Hacienda no está autorizado por ley a topear los gastos familiares hasta G. 5 millones y que esto sea lo único deducible dentro del impuesto.
El ex jefe del fisco destacó además que varias de las discusiones en torno a las modificaciones que irá a tener el IRP necesariamente deben ingresar al ámbito legislativo. “Vemos que hay una avidez recaudatoria, una necesidad de conseguir ingresos, pero en ese esquema podría estar gestándose algo que tergiverse lo que nos salió bien. Personalmente, no estoy a favor del topeo a los gastos familiares, estos deberían seguir existiendo hasta el volumen que una familia gaste, así también se seguirá formalizando a otros sectores”, apuntó.
Por su parte, la opinión de Alba Talavera se centra en que la intención del fisco se aparta del espíritu originario de la ley, que debería ser formalizador: “Llama la atención que, en torno al topeo deseado, no se tengan en cuenta algunos parámetros, como la cantidad de hijos que mantiene una familia. La imposición es producto de un mal asesoramiento de técnicos del exterior (Sergio Rufail, consultor del Fondo Monetario Internacional, fue contratado para tal fin por Hacienda), que no conocen nuestra idiosincrasia ni el nivel adquisitivo de la sociedad o qué tipo de actividad desarrollan las familias”, destacó a ÚH.
Retenciones. Con respecto a la retención del 1% o 2% que las empresas deberán retener al salario de los empleados o prestadores de servicios ocasionales, alcanzados por el IRP, Manuel Ferreira manifestó que el fisco está autorizado por ley a aplicar esta mención. A su criterio, el monto retenido se convierte en crédito y el economista se preguntó cómo será el esquema de devolución post-retención, ya que Hacienda no tiene la sana costumbre de devolver dinero.
Por su lado, Talavera se inclinó por una más amplia discusión de las modificaciones, y que los sectores industrial, del comercio y contadores sean convocados para debatir sobre otras estrategias que considera más válidas para mejorar la recaudación.