26 abr. 2024

Alcoholismo: Cuando la pesadilla empieza desde el primer trago

Paraguay ocupa el primer puesto en la región por el consumo excesivo. Es una enfermedad crónica. Los recuperados relatan sus historias.

Irma Oviedo

Carlos López –nombre ficticio– tiene 60 años. Es moreno, de ojos oscuros, canas abundantes. El hombre se mueve por la sala de su casa con la ayuda de un bastón.

Casi 10 fotos de sus días victoriosos como futbolista cuelgan en la pared de la habitación. Fue campeón con el club Cerro Porteño en los 70. Muestra la imagen en blanco y negro, y señala con el dedo índice su posición en la imagen.

Sentado en su sofá trata de recordar aquellos días tormentosos del alcoholismo. Fija la mirada melancólica en el horizonte y se le quiebra la voz. Es inevitable, se le escapan las lágrimas cuando rememora el día en que sus hermanos le prohibieron asistir a la fiesta de cumpleaños de su madre porque cuando empezaba con el primer trago el desenlace era la pelea con algún familiar. “Mi familia no sabía que estaba enfermo. Te hacen a un lado nomás. Antes de empezar la farra ya me quería pelear”.

Futbolista estrella, soltero, con solo 24 años, el alcohol llegó a su vida para destruirla de principio a fin. “Busqué el alcohol como una salida, escape, como solución a mis problemas. Antes que solucionar, empeoré de una manera increíble. En febrero cumplo 22 años de estar sobrio”.

El trago acaparó su vida hasta los 38 años. Catorce le dedicó por completo al alcohol, que destruyó a su familia, alejó a amigos y empezó a afectarle al organismo. El costo elevado se llevaba todo su salario en la quincena de cada mes, entonces el siguiente paso era vender algún electrodoméstico o empeñar.

“Cuando llegué a Alcohólicos Anónimos estaba muy mal, muy deteriorado. En el mejor momento llegaron ellos. Dios obra de esa manera. Yo me aferré a ellos, me fui y me entregué de lleno. El esfuerzo es siempre nuestro, pero el mérito es de Dios”.

¡CUIDADO! El día en que Agustín Cabrera (50), bajo los efectos del alcohol, amenazó a su esposa con un cuchillo de carnicero, sintió que tocó fondo. Era el año 2009 y él sabía la sentencia: el divorcio. Tenía la casa propia, un auto, trabajo estable y cuatro hijos.

Con solo 15 años la cerveza le llevó por los caminos de la perdición. Desde que bebió el primer sorbo se dio cuenta de que le gustaba demasiado. No paró durante 25 años. Desconfiado llegó hace nueve años a Alcohólicos Anónimos por sugerencia de un sacerdote.

“Hola, soy Agustín. Soy un borracho empedernido, mi matrimonio está destruido”, fue parte de su presentación al grupo que lo escuchó atentamente. Ese fue el primer paso que hizo para alejarse del alcoholismo; hoy cumple casi 10 años sobrio. Pese al pedido de perdón a la esposa, no hubo caso, se vino la ruptura y el divorcio. Solo sigue luchando para mantenerse sobrio y lo logra, dice con orgullo, mediante al apoyo grupal de Alcohólicos Anónimos.

EL MAL QUE ACECHA. El alcoholismo es considerado una enfermedad crónica y sin cura, explica el doctor Manuel Fresco, director del Centro Nacional de Adicciones. La adicción al alcohol no solo daña la salud, sino también es la puerta a las drogas ilícitas, causante de accidentes de tránsito fatales, maltrato intrafamiliar, peleas que a veces en ronda de tragos terminan en homicidios, feminicidios.

Los datos de Salud Pública revelan que el primer trago se inicia a los 15 años en el país. El 50,9% de la población mayor de 15 consume bebidas alcohólicas, de este grupo el 24% toma de manera excesiva. La ingestión de bebidas es la causante de 200 enfermedades.

El informe de situación regional sobre el alcohol y la salud en las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 2015 ubica al Paraguay en el primer puesto en la región en cuanto a prevalencia de los episodios de consumo excesivo de alcohol. El 64,7% son hombres y 41% mujeres mayores de 15 años

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El secreto de la terapia grupal
Alcohólicos Anónimos cumple 42 años el próximo 23 de enero. Inició de la mano de la hermana Regina Sian. Tiene como base 12 pasos para la recuperación del alcohólico. Es gratis, sin medicamentos, pero con un acompañamiento grupal y de por vida. Un total de 50 grupos funcionan en todo el país en iglesias y barrios de Central, Caaguazú, Alto Paraná y tienen resultados. Más informes al (021) 307-525.