Por Wendy Marton
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Lejos de la promesa realizada, este segundo año de implementación de la matriz salarial no trae cambios significativos al gasto público destinado a mantener la burocracia estatal ni representa ahorro significativo para el Estado. Así, el ahorro para este año es de solo G. 478.579 millones (USD 81,1 millones) en bonificaciones, horas extras y remuneraciones adicionales, con relación a lo destinado en el año 2014 (ver infografía).
Con la nueva matriz, la asignación mensual de los funcionarios incorpora al salario 70% de las bonificaciones y gratificaciones que percibían hasta el año 2014, y mantiene 30% de los beneficios adicionales. Por ello, se esperaba que el ahorro destinado a mantener la burocracia estatal fuera mayor.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Ministerio de Hacienda, los gastos destinados a bonificaciones y gratificaciones de la Administración Central se reducen apenas 44,9% comparado a lo que se destinaba en el ejercicio fiscal 2014; en tanto que lo destinado a remuneraciones extraordinarias baja apenas 8,3%, comparado igual periodo; y las remuneraciones adicionales serán apenas 38,1% menos que hace dos años.
En contrapartida, lo destinado a gratificaciones por servicios especiales (denominación que se da, entre otras cosas, al pago de “dos aguinaldos extras”), crece 3%.
Tras la implementación de la Ley 5189/14, que desnudó el carnaval de beneficios de los funcionarios públicos, tanto Hacienda como la Secretaría de la Función Pública aseguraban que la aplicación de la matriz salarial provocaría el sinceramiento salarial, permitiría implementar la estructura de cargos (escalafón administrativo) y definir nuevos parámetros para evitar los sobresueldos. Este ordenamiento traería como consecuencia la eliminación de distorsiones, y, por ende, la reducción de gastos.
ALCANCE. De las 93 entidades estatales que someten su presupuesto a consideración del Congreso, 41 instituciones aplican la matriz salarial este año. Así, este nuevo sistema de pago alcanza 46.970 funcionarios administrativos, de los 73.000 existentes.
Asimismo, reduce de 620 a 400 las categorías salariales, buscando diferenciar entre quienes poseen formación universitaria y quienes no, y aquellos que tienen cargos de jefatura de los que no. A pesar de ello, los montos destinados a beneficios adicionales continúan siendo elevados.
Así, a bonificaciones y gratificaciones la Administración Central destinará G. 550.625 millones (USD 93,2 millones); en tanto que a remuneraciones extraordinarias se destinarán G. 101.706 millones (USD 17,2 millones).
Entretanto, a remuneraciones adicionales (que se abona a quienes realizan tareas después de la jornada ordinaria) se destinarán G. 31.318 millones (USD 5,3 millones). Las gratificaciones especiales demandarán un gasto de G. 95.107 millones (USD 16,1 millones).
En lo que respecta a lo destinado a salarios netamente, es difícil determinar el alcance real de la aplicación de la matriz, pues este componente engloba a lo destinado en concepto de sueldos a los funcionarios administrativos, docentes, personal de blanco y personal de las fuerzas públicas (policías y militares). Además, incluye lo destinado a los incorporados por crecimiento vegetativo (docentes, personal de blanco, policías y militares).
Otro gasto que no se logra reducir es lo destinado a los contratados. En muchos casos, estas personas terminan realizando labores que corresponden a los nombrados, e incorporándose a la plantilla permanente a través de concursos internos. Así, este año se destinará a contratación de personal técnico administrativo G. 122.819 millones (USD 20,8 millones), lo cual representa 29,5% más que en el ejercicio fiscal 214.