24 abr. 2024

“Acá se cree que hacer viaductos es progreso”

El tráfico en Asunción y Gran Asunción “es una cosa detestable”, afirma el arquitecto Gonzalo Garay, y nadie podría contradecirlo. En vísperas de un cumpleaños más de la Madre de Ciudades, analizamos algunos de los temas que más agobian a los asuncenos.

Brigitte Colmán

bcolman@uhora.com.py

En Asunción, no resolver los problemas nos sale muy caro.

Para demostrarlo sirvan dos datos. Cada inundación equivale a lo que cuesta una costanera, o sea, un promedio de 20 millones de dólares.

El sistema de transporte de Asunción y Gran Asunción le cuesta a la gente unos 2 millones de dólares al día, considerando el combustible y las horas que se pierden en el desplazamiento. Por dos millones de dólares al día, se podrían hacer tres líneas de Metrobús cada año. Claro, esto en el caso de que proyectos como el Metrobús no sufrieran tanta demora para hacerse realidad. Mientras tanto, suman las décadas de retraso y sigue creciendo el caótico tránsito.

El arquitecto Gonzalo Chalo Garay reconoce que la movilidad urbana es uno de los principales problemas de las ciudades. Chalo, que fue director de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Asunción durante la administración de Carlos Filizzola (1991-1996), es un conocedor de la problemática ribereña y fue el proyectista inicial de la franja costera. Actualmente asesora al intendente Mario Ferreiro.

Para resolver el problema del tránsito, no cree que los viaductos sean la solución. “Acá se cree que hacer viaductos, cosas elevadas, es progreso”, y explica que en el mundo entero se están demoliendo las autopistas elevadas, incluyendo en los Estados Unidos, donde impera la cultura del automóvil.

Estas obras, además de no resolver el problema, tienen un impacto negativo urbano ambiental, afirma. “Se pueden hacer todas las autopistas que se quieran, que en una semana o un mes se van a llenar nuevamente de autos”.

EMBOTELLADOS. La interminable fila de autos en el acceso a la capital no se resuelve con un superviaducto, porque las razones del caos son complejas, y una de estas es que las ciudades crecieron sin planificación.

Asunción y 10 municipios del Departamento Central conforman un territorio conocido como área metropolitana de Asunción (AMA), que en su conjunto tiene una población que llega a los 2.200.000 habitantes, lo que equivale al 31% de la población del país.

El caos se origina como consecuencia de que miles de personas deben movilizarse a diario desde sus lugares de residencia, lo que genera que el tráfico en Asunción y Gran Asunción sea una “cosa detestable”. Pero, ¿cómo se llegó a eso?

El arquitecto Garay explica que hay 3 millones de habitantes, distribuidos en urbanizaciones con calles de tierra, sin servicios ni transporte público ni escuelas cerca.

Esas personas adquieren con mucho sacrificio un terreno en cuotas y después se mudan a barrios donde en una manzana apenas se tienen tres viviendas. “Eso no puede ser considerado una ciudad. Además, el costo de mantenimiento es muy elevado”.

ECONOMÍA URBANA. Esas tres millones de personas no viven en Asunción, pero se mueven dentro de la ciudad. Mientras, tanto la capital como las demás ciudades que conforman el AMA tienen niveles muy bajos de densidad habitacional.

Garay explica que, de acuerdo con este indicador, para que una ciudad comience a ser sostenible requiere un promedio de 120 habitantes por hectárea. Asunción llega a los 50 habitantes por hectárea, mientras que el área metropolitana apenas alcanza 20 habitantes por hectárea.

La idea, a partir de una de las iniciativas implementadas desde el Municipio, Asu Viva, es triplicar la población de Asunción, que actualmente llega a los 500.000 habitantes. Entonces, lo que se propone es una ciudad con mejor calidad de vida. Sostiene así que una de las prioridades es minimizar los desplazamientos, y añade que al triplicar la población, va a mejorar la movilidad y la vida, ya que serán más personas las que pagarán sus impuestos y sostendrán la ciudad.

Y retoma la idea sobre la Gran Asunción, que carece de transporte público, de gente, hay pocas casas, sus calles son de tierra y no tiene servicios básicos. “La ciudad es densidad, es encontrarte con la gente, se abarata la ciudad y se mejoran los servicios, todo mejora, mejora la economía urbana”, señala.

hay que cambiar. “Hay problemas que no vamos a resolver en 24 horas”, esto lo dice Chalo Garay, pero igual lo podrían decir el actual intendente o los cinco anteriores. Porque es evidente que no se obtienen buenos resultados si siempre se utiliza la misma receta.

La buena noticia es que hay encendida una luz al final del túnel, y es que, por fin, municipios y Gobierno Central trabajan unidos en una iniciativa que podría resultar en una agenda urbana de la Gran Asunción. Esta se sustenta en varios trabajos que se hicieron en los últimos años. Actualmente se apunta a contar con un plan estratégico metropolitano de Asunción.

Parte de ello es la Iniciativa de ciudades emergentes, que toma Asunción y otras 10 ciudades para desarrollar tres grandes temas: movilidad urbana, que incluye el transporte público; el saneamiento: agua, cloaca, tratamiento de residuos, arroyos, aire, etc.; y un tercer tema que es el ordenamiento del suelo, que es fundamental y que implica que cada municipalidad tenga un plan regulador en serio.

Más de 2.500 millones de dólares está invirtiendo el Gobierno Nacional en la Gran Asunción con proyectos diversos como el Metrobús, saneamiento ambiental, tema vial, viviendas, etc. Para el arquitecto Garay esa inversión es sumamente importante, sobre todo porque históricamente no se hizo. “Y eso es un buen signo, en Asunción se está trabajando muy bien con el Gobierno Nacional. Sabemos que la Municipalidad tiene un presupuesto bajo y además gran parte del presupuesto se va en gastos fijos”. Pero este trabajo conjunto depende hoy de voluntades, y hay que institucionalizar. La propuesta, dice Chalo Garay, es que Asunción y la Gran Asunción necesitan de una agencia de desarrollo urbano integral, integrada por gobiernos locales municipales y el Gobierno Central.

“Tiene que tener una institucionalidad, no puede depender de voluntades. Pero tampoco es fácil en términos de políticos, porque muchos sienten que van a perder poder, y esas estupideces; sin embargo, no hay otra manera. Si el Gobierno Nacional no se mete institucionalmente en este tema, no hay posibilidad, porque son temas muy grandes”.

Finalmente, el profesional sostiene que se debe cambiar el modelo de gestión de Asunción, por un lado, y por el otro, el de Gran Asunción. “Si no hacemos esto, dentro de 20 años vamos a seguir hablando de estos mismos temas”.