28 mar. 2024

A mil días del secuestro, no tienen noticias

A dos años y siete meses del plagio de Edelio Morínigo, la familia no tiene certeza de que continúe con vida. Piden a los secuestradores una prueba de vida, ya que aseguran que el Gobierno no tiene información del policía.

“Quiero saber algo de mi hijo, aunque sea quiero saber si sigue vivo”, dijo doña Obdulia Florenciano, cuando se cumplen hoy, 30 de marzo, 1.000 días del secuestro del suboficial segundo Edelio Morínigo Florenciano, por una columna del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) cuando disfrutaba de una jornada de cacería con sus primos políticos en su día libre.

Su madre, Obdulia Florenciano, indicó que la familia es víctima de la gente y de las autoridades, por el abandono del caso de su hijo. Añadió que no tienen ninguna información sobre el policía.

En este tiempo solo hubo una prueba de vida de Edelio; se trata de un video en el que aparecía con Arlan Fick, que fue grabado el 18 de octubre del 2014. La madre reiteró, como la semana pasada, el pedido de una prueba de vida a los secuestradores

Doña Obdulia indicó que ni las autoridades tienen información de su hijo. El ministro del Interior, Miguel Tadeo Rojas y el fiscal Antisecuestro Joel Cazal la visitaron la semana pasada.

“Si mi hijo está vivo, ojalá Dios quiera que algún día pueda ser liberado”, refirió, con un tono de desesperanza.

“Somo víctimas de las autoridades”, sostuvo, ya que hasta el momento la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y el Gobierno no pudieron hacer efectivo el rescate.

Incluso recordó que en el principio, desde el mismo Ministerio del Interior especulaban un relacionamiento entre la banda de secuestradores y su hijo, ya que el mismo Francisco De Vargas (entonces ministro de la cartera de Estado) hacía alusión a que él era primo de los hermanos Eduardo y Alicio Florenciano Vega, milicianos de la Agrupación Campesina Armada (ACA). La madre había salido al paso de las especulaciones de De Vargas trece días después del plagio, indicando que ellos no tenían relación con esas personas.

La familia se encuentra afectada por el secuestro, el padre, Apolonio Morínigo, se encuentra muy deteriorado en su salud, así como la madre, consecuencia de la ansiedad e incertidumbre.