19 abr. 2024

35 familias se quedaron sin el sueño de la casa propia, denuncian

35 viviendas se debían construir a través de la administración de la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua Tava Rory Ltda. La Senavitat desembolsó G. 3.634.648.674; sin embargo, las casas nunca fueron culminadas.

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

“Como yo no podía hacer mi casa sola, me junté con otras personas y conformamos la cooperativa; luego solicitamos al Estado que nos otorgue un crédito para poder hacer nuestra vivienda. Sin embargo, no sabíamos que íbamos a ser estafados”, empieza relatando Gloria Pereira, una de las vecinas afectadas.

Explicó que la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua Tava Rory Ltda. (Covitava) fue constituida el 28 de octubre de 2004 y reconocida su personería jurídica por resolución del Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop).

Los socios de dicha cooperativa presentaron dos proyectos a la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) para la construcción, primeramente de 40 viviendas cuyo costo es de G. 3.314.807.270. El segundo proyecto fue aprobado por la Secretaría estatal para la construcción de 35 viviendas, cuyo monto total alcanzaba la suma de G. 3.634.648.674. Ambas urbanizaciones están ubicadas en el barrio San Antonio, de la ciudad de Limpio.

En el primer proyecto, las viviendas fueron terminadas y los propietarios pasaron a ocupar felices sus nuevos hogares. Pero esto no sería la constante, porque grande fue la sorpresa cuando se enteraron que las autoridades de Covitava no efectuaron el pago de las cuotas correspondientes al período 2015-2016 a la Senavitat, a pesar de que recibieron por parte de los socios G. 124.672.000, según explicó Pereira.

Incluso añadió que se le agregó el 2% de interés, a pesar de que la Senavitat estableció el 0% de interés.

sin casas. Por otra parte, desde el año 2014 los beneficiarios de las 35 viviendas se iban todos los domingos a trabajar de albañiles, porque era un requisito del proyecto; de lo contrario, se debía abonar, explicó Josefa Vázquez, representante de los vecinos del segundo proyecto.

“Nosotros, cada domingo trabajábamos de albañil, se formaban cuadrillas, se juntaban los ladrillos, se hacían las mezclas, y el horario era de 8.00 a 17.00. Al final, todo ese sacrifició fue en vano”, se lamentó la mujer.

Un equipo de ÚH se constituyó en el lugar y pudo constatar que de 35 viviendas que debían ser construídas, sólo se iniciaron 32 y éstas se encuentran inconclusas, con falta de terminación; en el interior no contaban con escaleras a la segunda planta; tampoco tienen cableado eléctrico, sanitarios, piso, revoque de pared, aberturas. Tampoco están entejadas. A causa del total abandono, la construccóon ya empieza a tener humedad y los alrededores se encuentran invadidos por matorrales.

La Incoop, a través de un informe, dijo que los dirigentes de Covitaba malversaron fondos y ocultaron documentos.