No hay que convocar a los augures ni consultar con pitonisas ni atisbar el futuro en la entraña de un becerro para saber que el próximo año será uno de los más calientes en algo más de dos décadas.
Y será por una excluyente razón: la reelección. Cartes y la corte de aduladores que atizan su ambición buscarán por derecha e izquierda (tanto por retruécanos constitucionales como por sorprendentes amistades ideológicas) lograr el mentado rekutu.
En teoría, no hay posibilidad de tratar una enmienda hasta agosto del 2017. En tanto que la reforma es un camino más sinuoso y los tiempos son menos generosos. Pero como esta es una tierra de inventiva, sobre todo cuando se refiere a incumplir las reglas, puede haber sorpresas.
Si la reelección se trunca y se preserva la institucionalidad republicana, hay que ver quién será el nuevo caballo del comisario en el cartismo y en las otras carpas políticas.
Hasta el momento los candidatos son los mismos de siempre, pero todos con impedimentos para saltar a la palestra decidida y legalmente.
Varios de los tapados que en silencio alimentan sus pretensiones van a probarse el traje de presidenciables. Definitivamente no sabemos qué nos espera en el camino al 2018. Pero solo hay que esperar, ya que las noticias malas y las buenas comparten una peculariedad: siempre llegan, aunque la primera es más rápida y abundante que la segunda.
Obviamente, las agendas económica y social estarán sujetas a los devaneos políticos. En el aspecto económico el principal problema a salvar será el Presupuesto 2017
Si sale el veto al Presupuesto impuesto por el Senado, la situación se tornará azarosa. Regirá el Presupuesto de este año y algunos beneficios se perderán. En caso contrario, el Ejecutivo pedirá ampliaciones presupuestarias de forma inmediata y de carácter urgente para poder pagar las deudas por el recorte en la emisión de bonos. Y el BCP irá a la Corte para recuperar las atribuciones para el manejo de la política monetaria cercenadas por el Senado.
En lo social, la inminencia de las elecciones alimentará la fábrica de promesas y los referentes sociales estarán especialmente sensibles.
En el ámbito internacional, la presidencia de Trump será la gran incógnita a develar. Europa seguirá bajo fuego yihadista. Siria y la inmigración serán nuevamente la piedra en el zapato de la comunidad internacional.
Los problemas no desaparecerán, pero usted tendrá más experiencia para aprender a tolerarlos. Paciencia, y feliz Navidad y próspero Año Nuevo.