McCoy, que se formó en la Universidad de Texas, fue el que dirigió el último avance de los Redskins y permitirle al pateador Kai Forbath convertir un gol de campo de 40 yardas que decidió el triunfo del equipo de Washington y rompió la racha de seis victorias consecutivas que tenían los Cowboys.
Además, la derrota de los Cowboys (6-2) en el duelo del líder y farolillo rojo de la División Este de la Conferencia Nacional (NFC), impidió al equipo de Dallas haber conseguido la mejor marca de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) en lo que va de temporada.
Los Cowboys tuvieron la posibilidad de mantenerse en el partido en la última posesión de balón, pero no pudieron conseguir una primera y 10 al desviar el esquinero Bashaud Breeland el pase que dio el mariscal de campo de origen mexicano Tony Romo, que tuvo que irse en el tercer periodo al sufrir un golpe fuerte en la espalda.
Romo abandonó el campo a falta de 7:50 minutos antes que finalizase el tercer periodo después que el liniero defensivo de los Redskins, Keenan Robinson, lo golpeó duro por la espalda y tras permanecer unos minutos tendido en el campo, se levantó y se fue sin ayuda a los vestuarios, de donde salió cuando faltaban menos de cinco minutos para concluir el partido.
Su puesto fue ocupado por el mariscal de campo reserva Brandon Weeden, que mantuvo al equipo en el partido e hizo una buena labor con un pase de anotación incluido, el que le dio de 25 yardas al tight end Jason Witten, que logró el número 54 de su carrera.
El doctor Drew Dossett, el mismo que le operó el pasado diciembre de la espalda, fue el que acudió al vestuario para examinar a Romo.
Sin embargo, la vuelta de Romo, que en su carrera tiene 26 partidos en los que consiguió la remontada en el cuarto periodo, esta vez no lo pudo lograr ante la gran defensa que hicieron los Redskins (3-5), que ganaron el segundo partido consecutivo.
Al concluir el partido el entrenador en jefe de los Cowboys, Jason Garrett, confirmó que los rayos X que le hicieron a Romo, de 34 años, fueron negativos, y solamente sufría una contusión fuerte en la espalda.
McCoy, que consiguió la victoria en su primera salida como titular en al menos tres años y dejó su marca en 7-17 desde que está en la NFL, completó 25 de 30 pases para 299 yardas, no dio ninguno de anotación y le interceptaron un balón, que le costó bajar a 94,3 el índice de pasador.
Pero anotó con avance por tierra de siete yardas (10-17) y el corredor Alfred Morris también cruzó las diagonales de los Cowboys con un acarreo de cinco yardas (7-10).
El receptor abierto DeSean Jackson fue el mejor en el ataque por aire de los Redskins al capturar seis pases se McCoy y avanzar 136 yardas.
Romo, de 34 años, completó 17 de 28 pases para 209 yardas, incluido uno que fue de anotación, no le interceptaron ningún balón, fue derribado cinco veces y bajó a 95,7 su índice de pasador.
Junto a Witten, el receptor abierto Dez Bryant, que no tuvo su mejor actuación al dejar escapar dos balones de sus manos en el avance dirigido por Weeden que pudo haberle dado la ventaja definitiva a los Cowboys, logró la primera anotación del equipo con pase de cinco yardas que le hizo Romo, al que echó en falta.
Pero la figura del ataque de los Cowboys volvió a ser el corredor DeMarco Murray que en 19 acarreos logró un avance por tierra de 141 yardas.
Por octava semana consecutiva superó la barrera de las 100 yardas, lo que le permitió extender la mejor marca de la NFL que había batido la pasada semana tras superar al legendario Jim Brown, además de sumar otras 80 yardas con pases que le dieron los mariscales de campo.
Murray también logró por segunda temporada consecutiva superar la barrera de las 1.000 yardas, pero está lejos de la marca de equipo en poder de Emmith Smith que lo logró en 11 seguidas desde 1991 al 2001.
Weeden completó 4 de 6 pases para 69 yardas, hizo un envío de “touchdown”, no le interceptaron ningún balón y alcanzó 145,1 con su índice de pasador.