Una joya en peligro. Nuevamente las termitas invadieron la infraestructura del majestuoso templo San Buenaventura de Yaguarón. Pobladores exigen el mantenimiento continuo del Patrimonio Histórico Cultural y concretar la restauración postergada desde hace más de dos años.
Además de dichos insectos, al templo de estilo hispanoguaraní lo invaden los murciélagos y aves que dejan a la estructura, de más de 200 años, aún más vulnerable.
El polvo y las telarañas también forman parte de la histórica iglesia, admirada por propios y extraños por su delicada decoración interior.
BARRERA. “Como las termitas son subterráneas, se hacen inyecciones bajo tierra como barrera estructural. Ellas pueden volver a aparecer luego de tres años, por eso la recomendación es volver a hacer el tratamiento estructural en ese periodo, en los lugares donde se inyectó el producto, además de una inspección cada tres meses”, comentó José Martínez, quien fue el supervisor de la empresa encargada de fumigar el templo de Yaguarón, en el 2014.
El técnico explicó además que una colonia de termitas puede vivir más de 30 años, ante su difícil exterminación definitiva, sobre todo, una de las especies que se encuentran en Yaguarón, que es la Coptotermes.
Otros grupos detectados en el lugar, según Martínez, fueron Reticulitermes y Nasutitermes. Las termitas pueden estar cinco a seis metros bajo tierra y afectar 300 metros a la redonda, comentó.
Lo que contribuye para que la edificación aún sea resistente, a pesar de la falta de mantenimiento, afirma que es el tipo de madera con el que está conformada: el urundey.
Desde la Asociación Amigos del Patrimonio Cultural de Yaguarón afirman que exigirán al Gobierno la continuidad del mantenimiento y reiterar el pedido de la exoneración de pago de servicio de energía eléctrica por tratarse de un patrimonio.
SACRISTÍA. Otro sector que preocupa a la población es el desmontaje de la sacristía. Dicha capilla fue intervenida por el consorcio C&C, separado de la obra ante supuesta falsificación de documentos administrativos.
“Esta remoción nos parece completamente injustificada dado el regular estado de conservación de la estructura original, que no ameritaba un desmontaje integral, y la delicadeza de las tablas policromadas, que además de ser especialmente delgadas con peligro de rotura y alabeo, están policromadas al temple, una técnica muy susceptible de deterioro mediante cualquier manipulación”, expresa parte del informe del arquitecto suizo Eckart Kühne y la restauradora española María José Díez, quienes evaluaron el estado del templo.
Parte del cielorraso desmontado se encuentra hoy arrinconado en el depósito de la antigua edificación desde el 2015, año en que fue frenada la obra. En ese entonces, el director de Obras Públicas del MOPC, Ricardo Riego, actualmente removido del cargo, señaló que la autorización para intervenir la zona se debió ante la colonia de xilófagos y excremento de murciélagos sobre los arcos estructurales del cielorraso.
Tareas para la restauración
Finalmente, en la cuarta convocatoria, fue adjudicada esta semana la firma Barrail Hermanos SA con una oferta de G. 27.544.512.090.
Entre los trabajos figuran eliminación de murciélagos (en el interior) y de termitas (medidas internas y externas), provisión, montaje y posterior retiro de andamios para apuntalamiento de la bóveda principal frente al altar mayor, protección temporal física lateral y superior del retablo mayor.
También prospecciones de cimentación de muros, estructural en pilares interiores de madera, estructural del techo: vigas, tirantes, alfajías y artesonado, área cielorraso artesonado (bóveda) frente al altar mayor y estructural de los dinteles sobre aberturas, codificación, documentación y siglado de cada una de las piezas del artesonado policromado artístico patrimonial de bóveda y cúpula (ya desmontadas).
Asimismo, se realizará análisis de capas de revoque sanitación y preparado de piezas artísticas policromadas patrimoniales preconsolidación pictórica y preparado para restauración, entre otros. Desde el MOPC afirman que para el mes de febrero, aproximadamente, se iniciaría el trabajo de restauración, frenado desde el 2015.
Luego de la cancelación del contrato con C&C, otras tres licitaciones fueron declaradas desiertas tras la presión de la ciudadanía.