Es muy difícil que funcione correctamente un sistema democrático cuando una gran mayoría de la población no cree en los tres poderes del Estado, según revela una encuesta realizada por el Centro de Investigación y Estudios Sociales (CIES) para este diario, cuyos resultados se vienen publicando durante esta semana.
En la edición de ayer, este medio dio a conocer que un 61,5% de los consultados manifestaron que no cree en el Poder Legislativo; un 60,8% dijeron que tampoco creen en el Poder Judicial, y un 56,8% expresaron no creer en el Poder Ejecutivo.
Dentro del Legislativo, un 55,6% de la gente aseguró no dar credibilidad a la Cámara de Senadores, y un 60,8% a la Cámara de Diputados, lo cual la convierte en el órgano con menos credibilidad, como reflejo de la desaprobación ciudadana.
Los datos fueron colectados por la empresa encuestadora entre el 8 y el 17 de junio, con entrevistas a 400 personas distribuidas proporcionalmente en Asunción y Gran Asunción, con el objetivo de obtener una muestra de la credibilidad que la ciudadanía otorga a los poderes del Estado, instituciones, entes autárquicos, autónomos o gremios.
Los resultados confirman la percepción de la pésima imagen que mantienen los tres poderes, aunque se registran variaciones con respecto a encuestas similares de años anteriores.
En ese sentido, se percibe que el Poder Ejecutivo disminuyó su porcentaje de descreimiento y aumentó su credibilidad. En el 2015, un 73,1% decía no creer en él y solo un 25,9% sí creía; en el 2016 esto se agravó con un 75,8% que no creía y solo un 23,7% que sí, pero este año aumentó a 42,7% el porcentaje que sí cree y bajó a 56,8% el que no.
El Poder Judicial también mejoró levemente su imagen, ya que inició en el 2015 como la institución con menor credibilidad con solo un 17,6%, y un porcentaje de incredulidad de 81,7%. En el 2016 varió a 21,9% de credibilidad y 77,3% en contra. Este año alcanzó un 37,7% a favor y un 60,8% de incrédulos.
El Poder Legislativo, en el 2016 tuvo su peor pico, con un 82,3% de los consultados en contra y solo 17% a favor, mientras que en el sondeo del 2015, un 78,5% no le creía y un 21% sí.
Aun con las leves variaciones, los tres poderes mantienen una muy baja credibilidad para la población, lo cual constituye un factor preocupante para el sistema democrático, pero es el resultado de la ineficaz actuación, de los altos niveles de corrupción y de desatender las principales necesidades de la gente. Urge mejorar la gestión y recuperar la credibilidad de los poderes, para fortalecer la institucionalidad política.