15 dic. 2025

Un insustancial romance atrapa al gran Houdini

Por Rebeca González Garcete

rebecagonzalezg@gmail.com

Después de ver El ilusionista y The prestige, esta realización británico-australiana pierde mucho en comparación.

El último gran mago está lejos de aquellos cautivantes relatos de grandes magos, que contaban con una dosis especial de intriga, misterio, inteligencia y... claro, de magia.

Edimburgo en los años 20 es el escenario donde el legendario mago escapista Harry Houdini llega con un gran desafío: diez mil dólares a quien acierte decir cuáles fueron las últimas palabras de su difunta madre.

Su objetivo es probar la falsedad de los llamados médiums; desea probar la superioridad de la ciencia frente al espiritismo.

En realidad, si la trama realmente se centrara en eso, sería más interesante. El último gran mago se va, sin embargo, más hacia el romance que hacia el suspenso. Todo bien, si no fuera que el mentado romance no pega ni con el mejor pegamento.

Catherine Zeta-Jones hace de una de esas embaucadoras que logra, extraordinariamente, enredar al gran mago con su encanto. Acompañada de su hija Benji (Saoirse Ronan), la médium se vale de un montón de subterfugios para lograr sobrevivir. Pero la llegada de Houdini plantea nuevas posibilidades.

El papel de Zeta-Jones carece de potencia y ella interpreta correctamente, pero sin lograr cautivar. Guy Pearce está correcto en su rol como Houdini, pero es su manager, interpretado por Timothy Spall, quien se lleva la mayor atención. Y cuando Spall hace par con Ronan, la cosa se vuelve más chispeante.

Si no, es una concatenación de escenas que no persuaden mucho de su verosimilitud. Tampoco convence la relación madre-hija. Sin embargo, el carisma de la brillante niña de Expiación, deseo y pecado basta para perdonar toda falta de fuerza y eficacia en el relato.

Hay una cierta intención de otorgar al filme de un encanto místico, pero fracasa al mismo tiempo que el romance propuesto.

De todas maneras, puede resultar un buen entretenimiento para quien sepa apreciar un buen diseño de producción: Edimburgo luce con sus mejores galas de principios de siglo XX. Además, están ciertos aciertos en líneas de diálogo que casi pasan desapercibidos pero están ahí para el oído atento.

EL ÚLTIMO GRAN MAGO

(Death defying acts), Reino Unido, Australia, 2007

Calificación: * * 1/2 (Regular a Buena).

Dirección: Gilliam Armstrong.

Guión: Tony Grisoni y Brian Ward.

Reparto: Guy Pearce, Catherine Zeta-Jones, Saoirse Ronan, Timothy Spall.

Fotografía: Haris Zambarloukos.

Música: Cezary Skubiszewski.

Diseño de producción: Gemma Jackson.

Duración: 97 minutos.