Con ingenio los productores hortícolas sortean las sequías, ya que disponen de fuentes de agua, pero a raíz de falta de infraestructura no pudieron enfrentar las heladas, que destruyeron gran parte de los cultivos.
Como consecuencia de las primeras escarchas hubo menos oferta de tomate y los precios repuntaron hasta alcanzar G. 4.000 el kilo, pero esta semana se volvieron a desplomar y los intermediarios están pagando apenas G. 2.000 por cada kilogramo.
El presidente del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay, Abel Brítez, atribuye este comportamiento a otro gran problema que les perjudica constantemente; el contrabando.
En un intento por revertir la situación, los agricultores llevaron sus quejas al Congreso Nacional, donde pidieron la mediación de Salomón para conseguir asistencia, provisión de infraestructura e insumos para “empezar de cero” la producción de tomate, mientras que también piden intervenir en los bajos precios que pagan los intermediarios.
Para el miércoles de la próxima semana está prevista la siguiente reunión, en la que serán convocadas autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería.