SAN PEDRO
Ante la caída de precios y producción de rubros de renta como el sésamo, el algodón y la mandioca, un grupo de agricultores de San Pedro decidió incursionar en el cultivo de plantas medicinales y aromáticas, aunque tienen nulo apoyo estatal.
Logran comercializar a un buen precio sus productos, que, por ahora, les reditúan mucho más que cualquier otro rubro tradicional.
Es así que el cultivo de plantas medicinales y aromáticas, como rubro de renta alternativa, genera un gran interés entre los pequeños agricultores del distrito de Yataity del Norte, Departamento de San Pedro.
Una de las más requeridas y con mejor precio es la flor de azafrán, usada en la gastronomía y como té. Su costo de producción es muy barato, lo que deja un mayor margen de ganancia para las familias productoras.
Desde hace un año, 22 familias de la compañía Itá Cuatiá, una pequeña comunidad de Yataity del Norte, apuestan a esta producción y, según aseguraron, en unos pocos meses ya alcanzaron buenas ganancias, porque tienen el mercado asegurado.
Lo colectado de los cultivos de azafrán, hinojo, eneldo y kuratû es comercializado en la misma zona y en la capital del país a través de los acopiadores.
Los agricultores recalcaron con entusiasmo que el azafrán es el de mayor valor económico a nivel nacional, debido a que es muy utilizado en la gastronomía.
industria. El objetivo de los productores que, con el transcurso del tiempo, ellos mismos puedan industrializar, pero para ello necesitan del apoyo estatal.
Los agricultores señalaron que la flor de azafrán es vendida a 90.000 guaraníes, cada kilo, el eneldo y el hinojo a 17.000 guaraníes y el kuratû a 15.000 guaraníes.
Óscar Medina, productor de la calle San Isidro, señaló que el mantenimiento de las parcelas no requiere de mucha inversión. “Es muy bajo el costo de producción, pero uno tiene que estar permanentemente controlando el cultivo. La ganancia está prácticamente asegurada”, dijo y destacó que no aplican ningún producto químico, para preservar la planta al natural.
El azafrán produce entre 150 y 170 kilos por hectárea, mientras que los demás rubros, como el hinojo, eneldo y el kuratû, pueden superar los 200 kilos por hectárea.
La gran ventaja es que se puede sembrar dos veces al año.