EFE
SÃO PAULO - BRASIL
De cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Brasil, las más polarizadas desde que el país retomó su democracia en 1985, la crispación política ganó el protagonismo en las redes sociales y la tensión incluso se tradujo en episodios de violencia en la calle.
Expertos consultados coincidieron en que las elecciones presidenciales del 2018 tienen dos características principales que la diferencian de las anteriores: el papel fundamental de las redes sociales en la campaña de los candidatos y la presencia de nuevos elementos desde el punto de vista de la violencia.
Para el coordinador del Centro de Justicia y Sociedad de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), Michael Mohallem, “cualquier análisis muestra con toda tranquilidad que esa elección contiene elementos nuevos desde el prisma de la violencia”.
“El gran diferencial es que no se trata solamente de agresiones físicas que tienen clara vinculación con una posición política. Hay también una violencia simbólica, sicológica, que está afectando de modo muy claro a las personas”, subrayó Mohallem.
Completó que el clima caldeado que impera en la sociedad brasileña, en gran medida debido a una insatisfacción colectiva con la clase política del país, contribuye para que haya discursos agresivos por parte de los candidatos.
“Las campañas son muy agresivas, contienen discursos muy duros y son difíciles para que el elector pueda asimilar”, explicó Mohallem.
Diversos organismos independientes, entre ellos Amnistía Internacional, han instado en las últimas semanas una respuesta de las autoridades brasileñas frente al creciente número de episodios violentos registrados durante la campaña electoral.
Esas entidades subrayaron que, del 30 de setiembre al 10 de octubre fueron registrados en Brasil al menos 70 casos de agresiones por motivos electorales, en su mayoría (50 episodios) provocados por partidarios del ultraderechista Jair Bolsonaro, el favorito para vencer las elecciones presidenciales.
Para la segunda vuelta, Bolsonaro cuenta con un 57% de la intención de voto, frente al 43% de su rival, el progresista y abanderado del Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad.
Bolsonaro intenta complacer a seguidores
Con la victoria a la vista en la carrera presidencial de Brasil, el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro enfrenta la presión de grupos de interés que lo respaldaron para cumplir sus promesas y abandonar planes de fusionar ministerios. Esta semana, grupos conservadores, desde evangélicos hasta agricultores y legisladores que defienden el uso y tenencia de armas de fuego, visitaron al favorito para ganar los comicios en su casa para asegurarse de que sus intereses estén en la cúspide de su agenda si es elegido presidente el domingo. Líderes de la industria dijeron a Bolsonaro que se oponen a fusionar los ministerios de Finanzas y Planificación con la cartera de Industria y Comercio en un superministerio que sería liderado por Paulo Guedes.