El portavoz del Gobierno iraní, Alí Rabieí, calificó los informes que responsabilizan a Irán del accidente aéreo de “falsos” y de “una guerra psicológica contra Teherán”, mientras que el Ministerio de Exteriores los consideró “especulaciones sospechosas”.
Después de que fuentes de inteligencia estadounidenses apuntaran a la hipótesis del derribo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, confirmó que su Gobierno tiene información de que el vuelo de Ukranian International Airlines (UIA) fue derribado por “un misil iraní” eventualmente “por error”.
A Canadá y los otros países que comentaron sobre este asunto se dirigió el Ministerio de Exteriores iraní, que pidió que compartan esos informes con los investigadores del siniestro. “Irán acoge con beneplácito la presencia de expertos de los países, cuyos ciudadanos murieron en el trágico accidente y solicita al primer ministro canadiense y a cualquier otro gobierno con información sobre este tema que brinde los datos al comité que investiga el accidente”, dijo el portavoz de Exteriores, Abas Musaví.
El portavoz defendió que la República Islámica comenzó a investigar la causa del accidente aéreo “de acuerdo a normas internacionales y criterios de la Organización de Aviación Civil Internacional”. También señaló que su país invitó a Ucrania, como propietario del avión, y a la compañía estadounidense Boeing, como fabricante del aparato, a “participar en la investigación”. La invitación a Boeing quedó en duda después de que la Organización de la Aviación Civil de Irán anunciara que no dará las cajas negras al fabricante, en medio de las tensiones entre Teherán y Washington. EFE