“Respetamos la decisión, pero no compartimos, porque la orden de captura internacional había sido expedida por un juez Penal de Garantías. Si ellos tenían la voluntad de acatar la ley internacional, iban a cumplir la orden de detención y se iba a iniciar el trámite de extradición”, explicó el fiscal.
Granda es considerado como coautor en el asesinato y secuestro de Cecilia, según explicó Ortúzar. Fue descubierto que Granda estaba en comunicación extensa con Osmar Martínez –procesado por el secuestro y homicidio–. El contacto que tenían era a través del correo electrónico y se pasaban datos del caso.
Explicó que México mismo puso a conocimiento de Paraguay de que Granda estaba siendo detenido en cumplimiento de esa orden de captura, pero que después dijeron que no entró al territorio.
“Con México tenemos un tratado bilateral, pero ellos dan curso a una opción política administrativa de expulsión, por la vía migratoria, obviando una orden de captura internacional, que prevalece sobre cualquier otra ley interna”, indicó Ortúzar.
Afirmó que apenas fue detenido, se tuvieron que iniciar los mecanismos de extradición, pero que pisotearon ese tratado bilateral.
“Lo que se discute es el efecto de la aplicación de una ley administrativa migratoria versus un proceso penal, como es el secuestro. En este caso, se favorece la impunidad... Lo que se puede ver a simple vista es que se lavaron las manos”, dijo tajante el fiscal.
Supuestamente México no contaba con la orden expedida por el juez Penal de Garantías.
Sin embargo, según la orden de captura internacional emitida en el 2008, Granda habría sido parte de la organización que secuestró y asesinó en 2004 a Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas.