AFP
ROMA, ITALIA.
La sensual bailarina marroquí Ruby, protagonista del escándalo sexual que corre el riego de hacer caer al jefe de gobierno italiano, describió las veladas picantes de bunga bunga en casa de Silvio Berlusconi en declaraciones a la prensa italiana.
“Después de la cena, bajábamos al sótano en donde iniciaba el bunga bunga”, contó Karima El Mahroug, apodada Ruby robacorazones, en declaraciones divulgadas por el diario La Repubblica.
“Todas las chicas estaban desnudas, tenía la impresión que rivalizaban entre ellas con gestos sexuales cada vez más osados para que Berlusconi las notara”, sostiene.
Ruby, fugada de un centro de menores y contratada para las fiestas privadas del jefe de gobierno, es la chica que consiguió desestabilizar el gobierno de derecha del multimillonario político italiano.
La joven, que cumplió 18 años el pasado 2 de noviembre, según la Fiscalía de Milán (norte) fue pagada por el primer ministro italiano por los servicios sexuales prestados cuando era menor de edad.
Por ello, Berlusconi deberá ser procesado el 6 de abril por el delito de prostitución de menor y también por abuso de función al haber intervenido ante la Policía para que fuera liberada tras ser detenida por robo.
Para la Fiscalía, Il Cavaliere intercedió porque quería evitar que estallara el escándalo, mientras para los abogados de Berlusconi, el primer ministro intervino para impedir tensiones diplomáticas con Egipto, ya que creía que la chica era la sobrina del presidente Hosni Mubarak.
“Esa noche, Berlusconi me explicó que bunga bunga es un harén como el de su amigo Khadafi (el líder libio Muamar Kadhafi), con chicas que se desnudan y le proporcionan placeres físicos”, declaró la joven, según la prensa.
“El primer ministro me llevó a su oficina y me dio a entender que mi vida podría cambiar completamente si participaba en el bunga bunga”, agregó.
La joven sostiene que la primera vez rechazó la propuesta, pero que regresó en marzo, aunque se negó a desnudarse.
“No me desvestí ni me exhibí sexualmente. Era la única que estaba vestida y como para hacer algo le servía al premier de vez en cuando un Sanbitter (una agua tónica)”, asegura.
La palabra bunga bunga, que para algunos hace referencia al sexo colectivo, es objeto de numerosos artículos, chistes y comentarios desde hace meses en Italia.
ESTUVO EN EL VATICANO
El jefe de Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, protagonista de un escándalo sexual sin precedentes, se reunió el viernes con representantes del Vaticano en el marco de las celebraciones anuales de los Acuerdos de Letrán de 1929.
La tradicional conmemoración del concordato firmado hace 81 años, el 11 de febrero de 1929, por el cardenal Pietro Gasparri y Benito Mussolini, con el que se puso fin al largo conflicto generado por la ocupación de Italia por parte de la Roma pontificia, se celebró en un momento delicado para el cuestionado Berlusconi, quien será procesado en abril por prostitución de menor y abuso de poder.
Desde hace varios meses, los diarios italianos publican revelaciones y conversaciones picantes de las jóvenes chicas que participaban en las fiestas privadas del primer ministro en su lujosa mansión de Milán, Villa Arcore. “Todo está muy bien, como siempre”, se limitó a declarar Berlusconi, a la salida de una recepción en la embajada italiana ante la Santa Sede, a la que asistían autoridades de los dos Estados.
Si bien la influyente Iglesia Católica italiana reconoció el mes pasado su malestar por la magnitud del escándalo sexual que implica al jefe de Gobierno e invitó a la clase política a mantener “sobriedad, disciplina y honor”, continúa a apoyar al Gobierno de Berlusconi.
“UN PECADOR”
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que suele admitir que es “un pecador, como todo el mundo”, acusó a los magistrados que atienden el caso y a las de “neopuritarismo” y de atentar contra su vida privada, a la vez que asegura de que se trataba de fiestas castas para relajarse tras las extenuantes jornadas de trabajo.