La Cancillería Nacional anunció ayer el compromiso de hallar soluciones para evitar demoras, agilizar los trámites en frontera en materia aduanera y migratoria entre el Paraguay y la Argentina. El plan es aplicar el sistema de reconocimiento recíproco de competencias, y la construcción de un nuevo puente entre Puerto Falcón y la ciudad de Clorinda, como proyecto prioritario, así como la modernización de las áreas de control integrado en Encarnación y Falcón.
Así informó la viceministra de Administración y Asuntos Técnicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Casilda Delgado de Schneider, al concluir una reunión entre autoridades de la Cancillería, las Comisiones de Transporte e Infraestructura de los Comités de Integración Encarnación – Posadas y Falcón – Clorinda, y representantes de la Cámara Paraguaya del Transporte Internacional Terrestre (Capatit).
El encuentro, que tuvo lugar en la Academia Diplomática y Consular, fue para abordar los inconvenientes que se suscitan diariamente, sobre todo en los puentes San Roque González de Santa Cruz y San Ignacio de Loyola. Las quejas de excesivas demoras en el paso fronterizo internacional entre las ciudades de Encarnación y Posadas son frecuentes y son un clásico. Largas filas de vehículos de entre tres y cinco kilómetros son comunes.
En los días feriados se repite la escena de kilómetros de cola de automóviles, debido a que se reduce el personal de Aduanas en el puente, por una controvertida decisión del Gobierno argentino de liberar a los empleados en días festivos.
En ocasiones, las demoras para pasar el puente internacional se extienden entre tres y cinco horas, obligando a los ciudadanos argentinos a ingeniarse para soportar el intenso calor.
El flujo de visitantes del vecino país a Encarnación aumenta por las ventajas económicas que encuentran de este lado de la frontera. En la cabecera del puente, del lado argentino, son insuficientes los funcionarios de Migraciones para atender la demanda de personas que suelen registrarse. El puente San Roque González de Santa Cruz, paso fronterizo de 2.500 metros de longitud, fue habilitado en abril de 1990 para acortar distancia y agilizar el paso, que por entonces se hacía en lanchas y balsas. La Costanera de Encarnación constituye otro atractivo para los argentinos. Para el inicio de clases en el país vecino, en marzo, se espera de nuevo una gran afluencia de compradores.