El fuego afectó a al menos tres vehículos.
La fusión entre la calurosa tarde de ayer, el viento fuerte más el pastizal seco y la euforia de los asistentes al partido que hicieron estallar petardos, fueron los combustibles más que suficientes para que se produzca un incendio de grandes proporciones. El fuego afectó parte del empastado de la cancha del Sportivo Carapeguá y el pastizal que se encuentra alrededor de la misma.
Estaba por desarrollarse la final de la Liga Carapegüeña entre los conjuntos de Juventud de Itapé y Teniente Manuel Cabello. Algunos aficionados arrojaron petardos al ver a sus equipos en la cancha.
El resto del fuego de los artefactos cayó en el empastado e inició un incendio.
Las llamas se propagaron rápidamente por el lugar, hasta que lograron alcanzar la zona donde algunos vehículos se encontraban estacionados.
Los dueños de los rodados desesperadamente salieron del estadio para intentar sacar del lugar sus vehículos. Tres de los mismos fueron consumidos por el fuego.
El pánico se apoderó de los asistentes por la voracidad y el humo que iba llenando el lugar, además de la tardanza en llegar de los bomberos voluntarios.
Al llegar a la zona, los bomberos voluntarios tuvieron que trabajar arduamente para sofocar las llamas. Uno de los intervinientes mencionó que se trata de una irresponsabilidad, teniendo en cuenta la forma como se inició.
“Se tuvo que preguntar si se podían utilizar los petardos teniendo en cuenta los incendios que estamos sufriendo a menos de dos kilómetros”, señaló el bombero.
Una aficionada señaló que se avisó con tiempo que los petardos no se debían utilizar, finalmente algunos lograron ingresar con esos artefactos.
Muchos de los asistentes al estadio tuvieron que retirarse por el susto o por la desesperación al inhalar el humo. Afortunadamente, no hubo heridos.
Una vez que fue controlado el incendio por parte de los intervinientes, se dio inicio al partido.
A cargo de los organizadores y la Fiscalía queda la investigación sobre el inicio del incendio.