Para obispos, acción armada dejó “dudas e interrogantes”

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Confuso. El accionar de la FTC en el Norte, en tela de juicio.

La jerarquía de la Iglesia Católica se pronunció ayer mediante dos comunicados públicos cuestionando los hechos ocurridos en la zona de Yby Yaú, Concepción, en que resultaron víctimas dos menores de edad, durante un operativo de la Fuerza de Tarea Conjuntas (FTC) en un campamento del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) manifestó su “dolor por la pérdida de vidas humanas”, en alusión a la muerte violenta de dos niñas de 11 años de edad.

“El estado de derecho exige de los organismos públicos ajustar sus decisiones y acciones a la ley y que sus procedimientos deben regirse por criterios de absoluta transparencia, proporcionalidad y justicia, salvaguardando en todo momento la dignidad de las personas”, reza uno de los puntos señalados por la CEP.

Los procedimientos llevados a cabo por la FTC en el teatro de operaciones “son confusos y han dejado muchas dudas e interrogantes”, resaltaron.

“¿Qué informaciones previas dispuso la FTC para cumplir dicha tarea militar y cuáles fueron sus resultados?”, interpeló otro comunicado emitido por la Arquidiócesis de la Santísima Asunción.

ESCLARECIMIENTO. El Episcopado exhortó que los órganos institucionales involucrados, el Comando de Defensa Interna y el Ministerio Público, así como otras autoridades competentes, movilicen todos los medios necesarios “para el completo esclarecimiento de los hechos ocurridos, en la mayor brevedad”.

“La Iglesia condena la violencia, cualquiera sea su origen; así como la violencia estructural de la inequidad social que genera exclusión y priva a amplios sectores de la población, en especial a los niños y a los ancianos, de los bienes esenciales para una vida digna, y que amenazan la paz social”, postula otro párrafo de la carta episcopal.

Los obispos dejaron en claro que la Iglesia “rechaza categóricamente cualquier acto de violencia proveniente de grupos extremistas que actúan al margen de la ley”. Por lo que insta a las autoridades del Gobierno a poner “el máximo empeño en identificarlos y sancionarlos acorde a las leyes que regulan nuestra Nación”.

La CEP, finalmente, exhortó a los responsables de los poderes públicos, así como a los líderes políticos, económicos y sociales a llamar a la conjunción de voluntades para aunar esfuerzos que posibiliten un pacto social, especialmente, ante la crisis sanitaria que agudiza aún más el malestar social y cuyo abordaje es crucial.

Arzobispo. En la misma sintonía, desde el Arzobispado de Asunción se expuso el “total rechazo a la despreciable utilización de niños para acciones delictivas”, y expresó su “pesar y desacuerdo por dos niñas inocentes usadas como carne de cañón, cuyos nombres e identidad, por ser menores no se deberían haber publicado”.

Frente a los actos vandálicos en la fachada del Panteón de los Héroes y Oratorio de la Virgen de la Asunción, donde se produjo la quema de la bandera patria, recordaron que “toda violencia acarrea mayores actos de violencia”.

Calificaron dicha agresión como “manifestaciones de odio y ofensa a la Nación y a Dios”, que van en contramano de construir fraternidad ni paz en el país.

“Pedimos que estos grupos violentos y quienes los apoyan, recapaciten en sus actitudes. Hacemos un llamado a la paz y al diálogo como único camino para encontrar las soluciones a los distintos problemas que enfrenta nuestra nación”, reclamó el Arzobispado.

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