24 abr. 2024

Óscar Cardozo Ocampo: Valoración de su legado

La destacada guitarrista Berta Rojas, el arquitecto y crítico musical Aníbal Cardozo Ocampo y Carlos Pettengill evocan facetas distintas del notable artista, quien llegara a grabar un cedé de referencia imprescindible.

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Óscar Cardozo Ocampo, carisma, porte educado y sonrisa.

  • Antonio V. Pecci
  • Periodista e investigador
  • antoniopeccipy@yahoo.com

En recordación del aniversario N° 80 de Óscar Cardozo Ocampo, el 27 de diciembre de 2022, se transcribe un diálogo epistolar imaginario entablado entre Óscar Cardozo Ocampo y el piano Yamaha F II 5343782, que aún habita en el Centro Paraguayo-Japonés de Asunción.

Palabras de un compañero de aventuras…

Querido F II5343782:

La platea oscura, se callan las voces y entre bambalinas, te miro. Estás sonriendo, expectante y dispuesto, buena onda, parece… entro, saludo y a tocar.

Algunas veces nos cuesta regular el volumen y te noto un poco mañoso (en realidad, los mañeros son mis dedos). Nervioso, te aporreo un poco, disculpame, vos te diste cuenta de movida que no tengo escuela clásica, que soy más bien pianista de boliche y, aun así, estoico, me devolvés tu sonido maravilloso y me hacés quedar muy bien.

Gracias, querido F II 5343782, por los buenos momentos, gracias a los artesanos de los pianos, cuidate de los cambios de temperatura. Ojo, el pedal izquierdo mete algo de ruido. Y gracias mil, querido amigo…

Óscar Cardozo Ocampo

RECORDANDO A UN AMIGO

Aunque de origen japonés, yo soy un piano paraguayo. Sí, mi marca de fábrica es YAMAHA y mi número de identidad es F II 5343782. Vivo en el Centro Paraguayo-Japonés de la ciudad de Asunción, y mi habitación es el Teatro Agustín Pío Barrios.

Tuve un amigo que se llamaba Óscar; aunque en realidad todavía lo tengo, porque los verdaderos amigos siempre están presentes. Y nuestra amistad se fue haciendo a través de los años, andando juntos por los caminos de la música y de los sentimientos. En esas andanzas, hemos conversado mucho y así fue como me hablaste de tus cosas y de tu vida.

(…) Pero recuerdo aún más vívidamente, cuando compartimos los aplausos de los Encuentros del alma, aquí, en mi casa. Cuánta emoción fue aquella que experimentamos durante varias veladas, con esos abrazos de argentinos y paraguayos, hermanados por la música, en ese mágico espacio que tu esposa Doris y vos habían creado. La platea llena de alborozo y el público delirando, sobre todo al final, cuando tocábamos las galopas paraguayas. Jairo y Lizza Bogado iniciaron el primer encuentro que encendió las alegrías, y qué bien que sonábamos… Después vinieron Lito Vitale, Lobito Martínez, Luis Salinas, León Gieco, Sembrador, Berta Rojas, Jaime Torres, Ricardo Flecha, Chondi Paredes, Teresa Parodi, Eladia Blázquez, Agustín Barboza, y qué bien que sonábamos…

Y recuerdo el primer día del encuentro, que fue el 21 de julio de 1995. Y lo recuerdo con asombro porque exactamente seis años después, el 21 de julio de 2001 y en la ciudad de Resistencia, aconteció tu desencuentro, justamente cuando venías entusiasmado al Paraguay para entregarme tu regalo.

Con esta recordación, mi amigo del alma, quiero agradecerte las alegrías compartidas y también confesarte cuánto se te extraña.

F II 5343782 – Yamaha

DE NOTABLE REFINAMIENTO MUSICAL

Berta Rojas: Óscar Cardozo Ocampo fue una persona y un músico extraordinario. Esa combinación es muy difícil de encontrar, por lo que él no solo es un referente como el gran músico, pianista y compositor que fue, sino como un ser humano excepcional.

En los momentos de dudas o incertidumbres, es bueno traer a la memoria las frases de Óscar, quien jamás tuvo un comentario negativo o despectivo hacia otros. En cuanto a su labor, siempre estuvo dotada de un refinamiento musical que era su sello distintivo en cada una de sus propuestas, además de una identidad característica. Basta escuchar unos segundos de alguna de sus versiones de obras como la Danza paraguaya, de Barrios, para saber de quién se trata.

Siempre le estaré agradecida por haber puesto su mirada en mí y haberme brindado la oportunidad de conocer al maestro Jaime Torres, así como de haberme invitado a tocar en uno de los conciertos denominados Encuentros del alma, junto a él. Óscar tenía el don de organizar ese tipo de encuentros que propiciaban una conexión especial entre artistas argentinos y paraguayos, convirtiéndose él mismo en un puente para lograr esto.

Piano paraguayo es uno de los discos que más he escuchado y con certeza acudiré a él muchas más veces en mi vida.

Gracias, Óscar, por tu legado.

EL RETORNO DE LA MÚSICA CON CONTENIDO

Carlos Pettengill: A mediados del año 1972, tuvimos los primeros contactos con el maestro Óscar Cardozo Campo, a través de los productores del sello Naranja, Augusto Gallegos y Sergio Rojas, recientemente creado para la primera grabación de Vocal Dos, que se llevó a cabo al año siguiente, 1973. Por esa época, se trataba de uno de los músicos arreglistas más reconocidos en la Argentina, haciendo arreglos y dirección orquestal para grandes figuras de la música en la Argentina.

En 1973 lanzamos el primer disco con emblemáticos temas que estaban relegados por la censura implementada por la dictadura.

La aparición de este primer disco con temas como Ka’aty; Arribeño resay, Panambi vera, etc., significó en gran medida el retorno triunfal de la gran música paraguaya, para los mayorcitos y para los más jóvenes —estudiantes universitarios, o de secundaria—, significó el primer contacto, accediendo por primera vez a la música paraguaya con contenido, que había sido existía, pero que por esos tiempos estaba virtualmente relegada de todo medio de difusión, salvo algunos muy contados. Con la aparición del segundo disco, Ñemity, se consolidó el significativo aporte del maestro, con la frescura de sus arreglos que proporcionó un ropaje, por entonces muy moderno, a nuestra música, lo cual hizo posible que entrara de manera inmediata al gusto del público en general.

Considero que el aporte del maestro Óscar Cardozo Ocampo fue determinante para la consolidación del trabajo de Vocal Dos, tanto el de rescate, como en la promoción de nuevas composiciones.

En 1973 lanzamos el primer disco con emblemáticos temas que estaban relegados por la censura implementada por la dictadura.

Álbum Piano paraguayo

El CD Piano paraguayo, de Óscar Cardozo Ocampo (1942-2001), fue grabado por él en el Centro Paraguayo-Japonés, el martes 12 de junio de 2001. El músico falleció en la ciudad de Resistencia, el 21 de julio de 2001, en el frustrado viaje a Asunción para presentar su obra de homenaje a la música paraguaya. Al año siguiente, el cedé fue presentado al público paraguayo.

Pasaron 12 años y como renaciendo de sus cenizas, Piano paraguayo apareció nuevamente, pero a manera de Álbum Piano paraguayo, que, además de las partituras musicales, incluía el cedé original. Esta selección musical compendia la obra de los compositores paraguayos más relevantes y, consecuentemente, se constituye en un documento histórico de una refinada expresión de la cultura y la sensibilidad paraguaya.

La prestigiosa concertista paraguaya Marta Geymar me reclamó varias veces: “¿No hay partituras del Piano paraguayo de tu hermano?... Aunque sea un borrador….”. Este fue y es un problema habitual de la música paraguaya, que mi padre trató de subsanar con su editorial Mundo Guaraní, creada en Buenos Aires, en la década de los 40. Allí fueron editadas las músicas más importantes de aquella generación magistral de compositores paraguayos que vivían en Buenos Aires. Posteriormente, durante la segunda mitad del siglo XX, el Paraguay no tuvo más partituras y, aun hasta hoy, carece de ellas.

El Álbum Piano paraguayo, además de las partituras transcriptas, aporta datos y referencias, con el objeto de documentar este repertorio selecto de música paraguaya como registro histórico.

Aníbal Cardozo Ocampo

(Extraído del Álbum Piano paraguayo, 2012)

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