15 jun. 2025

Obama y Lugo

Por Guido Rodríguez Alcalá
Obama y Lugo tienen algo en común: el apoyo internacional. La reciente tentativa de golpe contra Lugo produjo tal reacción internacional, que los golpistas decidieron archivar la tentativa.
Si votara el resto del mundo, Obama ganaría con amplia ventaja. Pero votan los norteamericanos y el resultado es incierto. Hace dos semanas, Obama tenía una mayoría del 12% en las encuestas. Durante la semana pasada, esa mayoría osciló entre el 3% y el 7%. Por lo visto, surtió efecto la campaña de ataques personales emprendida por los adversarios de Obama.
Esos ataques hicieron olvidar a muchos el estado calamitoso en que dejó al país el Partido Republicano estadounidense. Dos guerras interminables (Irak, Afganistán) e injustificables. Una imagen de Estados Unidos pésima a causa de la tortura, el secuestro y los asesinatos políticos ordenados por Bush. Una economía fundida a causa del fraude más grande de la historia; según estimaciones del Banco de Inglaterra, el costo del fraude (para la economía mundial) serán 2,8 billones de dólares. No debe sorprender que las ventas de El capital, de Karl Marx, hayan aumentado 300% en Alemania en las últimas semanas. Muchos ven en Bush una confirmación de las teorías marxistas.
Otros piensan de otra manera, pero también quieren el cambio. Entre ellos se encuentra el general Collin Powell, un decidido conservador que apoya a Obama. El New York Times, periódico liberal, también lo apoya. Los votos de la izquierda, centro y derecha, si no hay fraude electoral, podrán echar a los republicanos.
El cambio será positivo, pero no hay que hacerse ilusiones. Obama tendrá que enfrentar el déficit fiscal más grande de la historia norteamericana. Tendrá que reparar una infraestructura (caminos, puentes) al borde del colapso. También están al borde del colapso las grandes compañías automovilísticas (Ford, Chrysler, GM). La educación, la salud y la ecología exigirán grandes inversiones, justo cuando no hay plata.
Sobre la herencia de Bush escribió un interesante comentario Naomi Klein, la autora de La doctrina del shock, el excelente libro que se puede -y debe- comprar en librerías asuncenas. En ese artículo, Klein dice que la consecuencia deliberada de los US$ 700.000 millones destinados a salvar empresas arruinadas será dejar sin dinero al Gobierno. Si se van, los republicanos yanquis se irán dejando un Gobierno quebrado.
También los republicanos paraguayos han vaciado el Gobierno antes de irse, aunque de un modo más directo. No se tomaron el trabajo de promulgar una ley de salvataje financiero: se llevaron todo lo que tenían a mano, desde efectivo hasta repuestos de vehículos. Una buena manera de retirarse haciendo difícil la tarea del sucesor, y preparando el torpedeo contra cualquier tropezón del sucesor, el presidente electo democráticamente.
Por momentos, me identifico con Lugo. No sólo por el trabajo que le dan sus enemigos, sino por el que le dan sus supuestos amigos. ¿Qué sentido tiene crear confrontaciones en el campo? Los únicos beneficiados con esos actos de violencia serán Calé, Nicanor y otros, que quieren el caos para presentarse después como salvadores. Comprendo la frustración de ciertos dirigentes campesinos, pero su frustración será mayor si vuelve el oficialismo colorado. Para evitar lo peor, no hay más remedio que darle tiempo al Gobierno electo, la mejor opción.