19 abr. 2024

No se necesita comprar, solo recuperar inmuebles

Paraguay es el país más desigual del mundo en distribución de tierras –solo 15 propietarios poseen 1.533.872 hectáreas– mientras las familias campesinas carecen de un lugar para producir. Pero al estudiar los casos específicos se demuestra que atendiendo irregularidades puntuales –como sobrantes de latifundios, excedentes y ocupación extranjera en frontera–, se podría solucionar en forma progresiva el problema de la tenencia de tierras, con voluntad política, ya que no se necesita comprar, sino recuperar.

Existen, según la oenegé Oxfam, un total de 75.000 familias campesinas sin respuesta del Estado sobre sus necesidades de tierras. En tanto que las organizaciones agrarias hablan de 200.000 a 300.000 labriegos sin parcelas para producir. El 2,5% de la población tiene el 85% de las tierras productivas, lo que evidencia la mala distribución.

El mayor drama es la ocupación brasileña en sitios que deben ser producidos por campesinos, que no pueden acceder a la tierra, por mala gestión.

El investigador Ramón Fogel había revelado un dato que refuerza la teoría de desigualdad, al señalar que la agricultura familiar campesina representa el 91,4% del total de las explotaciones agropecuarias, pero solo concentra el 6,3% de la superficie del país.

Existen miles de casos sin resolver que obran en varias instituciones del Estado y muchos dependen de las decisiones del Congreso Nacional y del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert). Para ejemplificar, se apartan cinco expedientes sobre tierras en situación irregular que pueden ser otorgadas a campesinos que necesitan producir (ver infografía).

TEMBIAPO RENDA

La colonia Tembiapo Renda, del distrito de Avaí, Departamento de Caazapá, cuenta con una extensión de 2.150 hectáreas que son propiedad del Indert, ya que el Instituto de Bienestar Rural (IBR) había adquirido de la empresa Agropeco, que ahora quiere recuperar el inmueble y desalojar a los campesinos, por lo que se dificulta la producción.

En 1984, el IBR propuso comprar 6.000 hectáreas, pero solo se concretó la transacción por poco más de 2.000 hectáreas por un monto de G. 40 millones. Para el resto, Agropeco no concretó la transferencia. Igualmente, en ese sitio se asentó la colonia María Auxiliadora, pero ahora 250 familias pueden ser desalojadas. Judicialmente, el caso prescribió, pero siguen los conflictos por la intención de la empresa de recuperar las tierras.

Colonia Fortuna

La colonia Fortuna, del distrito de Hernandarias, Departamento de Alto Paraná, un ciudadano brasileño es dueño de 1.000 hectáreas, pero el resto, 1.138 hectáreas, fueron denunciadas como tierras fiscales que tienen ocupación extranjera. Sin embargo, hasta ahora no se concreta su mensura.

Puerto Adela

Unas 15.000 hectáreas del nuevo distrito de Puerto Adela fueron expropiadas por Alfredo Stroessner por Decreto 788 de 1988. Por orden judicial, el IBR tomó posesión y luego envió funcionarios para la mensura. Pero más adelante, Andrés Rodríguez anuló todos los títulos y los paraguayos fueron desalojados. Hasta hoy, brasileños que se apoderaron de las tierras las siguen explotando. Los movimientos agrarios piden que se haga valer la expropiación, ya que los dueños no están en el país y no existe juicio de sucesión ni pagos de impuestos.

KATUETÉ

En el distrito de Katueté, Departamento de Canindeyú, unas 17.000 hectáreas figuran como propiedad de la Industrial Paraguaya. Pero luego de hacerse la mensura, se encontraron que el inmueble posee 21.000 hectáreas. Por tanto, existe un sobrante sin título que es explotado por brasileños.

Recientemente, el senador Pedro Santa Cruz manifestó preocupación no solo por la ocupación extranjera en las fronteras, sino también porque el poder político radica en brasileños en estas zonas, al existir alto nivel de votantes de este país. Por ejemplo, en Santa Rosa del Monday, Alto Paraná, el 79% del padrón electoral es brasileño.

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FISCAL. El Estado desatiende irregularidades y favorece a extranjeros por sobre los campesinos.

VOLUNTAD. Si se resolvieran casos específicos, se reduciría la falta de tierras. Existen 5 ejemplos.

1.533.872 hectáreas de tierras están en manos de 15 latifundistas, convirtiendo a Paraguay en el país más desigual.

75.000 familias no tienen tierras ni respuesta del Estado, mientras que las fronteras son ocupadas por extranjeros.