En esa oportunidad, además de cuestionar la falta de preparación científica de Felippo, hubo molestias por sus expresiones, tras haber declarado: “Se gastan G. 500 y G. 800 millones en proyectos que solamente consisten en hablar con los indios y no sé qué cosas más. Hay proyectos de científicos que incluyen aparatos e instrumentos que después quedan para toda la vida, mientras que en los otros quedan solamente papeles, estadísticas, no queda nada tangible”.
La postura de un sector ligado al empresariado apuntaba a que el dinero del Conacyt era “despilfarrado” en investigaciones de ciencias sociales y ONG, tildando a estos trabajos de “ideológicos” e innecesarios. Es este mismo argumento el que reflotó el senador Zavala en su tuit del jueves 6 pasado, al escribir: “Basta de destinar fondos de Conacyt a Ongs propagandísticas, que nada productivo han aportado científicamente. ¿Base IS? ¿Cadep? ¿Te suenan?”.
En un siguiente posteo, agregó: “Basta de mentiras ideológicas que buscan destruir el desarrollo del país y la división entre paraguayos, las mismas que en otros países han desarrollado resentimiento y comodidad de vivir del Estado y del esfuerzo ajeno”.
Para quienes han sufrido la dictadura del general Alfredo Stroeesner, el lenguaje utilizado por el legislador sonó muy similar al que utilizaba la audición radial La voz del coloradismo, que en su presentación diaria atacaba a “la prédica política subversiva, que busca la división de la familia paraguaya” y que tenían un fuerte sentido anticomunista.
Las dos organizaciones no gubernamentales mencionadas por Zavala –Base IS, creada por el fallecido sociólogo Tomás Palau y Cadep, dirigida por el economista y ex ministro de Hacienda Dionisio Borda–, son reconocidas internacionalmente como algunas de las que más han contribuido con estudios e investigaciones sobre la realidad paraguaya, permitiendo elaborar propuestas que permitan enfrentar algunos de los más graves problemas. Llamativamente, Borda, como ex ministro de Hacienda del presidente Nicanor Duarte Frutos y luego de Fernando Lugo, fue quien elaboró las bases para los principales logros del modelo económico que defiende el senador Zavala.
En un Estado moderno que busca incorporarse al mundo globalizado no se puede despreciar el valor de las investigaciones sociales. Las autoridades del Conacyt deben revisar su mentalidad sectaria a la hora de ayudar a financiar el trabajo de la ciencia, siempre insuficiente en un país todavía tan atrasado como el Paraguay. No se puede sostener un concepto peyorativo de la ideología, como sucedía durante la Guerra Fría y las dictaduras militares. El problema no está en las ideas, sino en el fanatismo y la mediocridad de encerrarse en categorías obtusas.